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El origen de las zanahorias baby ¿de dónde salen?

Seguro que cada vez que vas al supermercado y pasas por la sección de frutas y verduras y en especial por las neveras, has visto esas pequeñas zanahorias que se conocen como zanahorias baby , de las que puede que hayas pensado que su tamaño se debe a un cultivo especial que impide que crezcan como las demás. Prepárate para sorprenderte ya que como ocurre con otros alimentos nada es lo que parece. Las zanahorias baby tienen un curioso origen y aunque creas que su tamaño es original, lo cierto es que no es así y este sería además el motivo para una de sus principales características: que siempre se venden en bolsas congeladas o en conserva.

El origen de las zanahorias baby

Las zanahorias baby son un tipo de zanahoria que poco a poco han ido conquistando a todos los chefs del mundo, convirtiéndose en una alternativa a su homólogo más adulto. Estas simpáticas mini verduras de color naranja vivo que como decimos, suelen venderse en tarro o en bolsa congeladas y que no son en realidad pequeñas. Son zanahorias que han sido cortadas para que parezcan que son de tamaño reducido, cuyo origen parte de un granjero de Estados Unidos.

Grande, fea y grumosa

Como suele ocurrir, detrás de las zanahorias baby hay un negocio , y quizás, al menos en cierto sentido, un sano impulso de no querer desperdiciar verduras solo por su apariencia poco apetecible. La idea le vino a la cabeza en los años ochenta a un granjero californiano llamado Mike Yurosek, que se dio cuenta de que estaba harto de tirar a la basura las zanahorias torcidas o de aspecto rugoso que no conseguía vender cuando las llevaba al mercado.

El plan de este granjero fue tomar todas esas zanahorias «feas» y comenzó a darles forma para que tomaran una forma más agradable, logrando así crear una nueva «especie» aunque en realidad no sea tal. Y desde entonces, las verduras invendibles que en casi siempre acababan como alimento para los animales , hoy se encuentran en el supermercado a un precio incluso más alto que las «originales»  Y la razón es simple: el proceso de producción de estos vegetales es muy costoso.

Por mucho que nos guste la idea anti-desperdicio detrás de las zanahorias baby , su procesamiento requiere mucha agua e incluso más energía , lo que convierte a estas verduras en una pesadilla para la sostenibilidad y que a menudo se refleja en su precio. Quizás valdría la pena comprar zanahorias menos bonitas pero más sanas , más baratas y sin un procesado costoso, para ayudar ante todo a nuestro planeta.