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Olvídate del café y los huevos: el abono casero natural que hace florecer tus plantas rápidamente

  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

El abono es un elemento clave para el crecimiento y la salud de las plantas. Con el tiempo, la tierra pierde parte de su fertilidad debido a la absorción continua de minerales y nutrientes por parte de las plantas. Es en este punto donde el abono juega un papel crucial, ya que ayuda a restablecer el equilibrio nutricional necesario para que las plantas sigan florezcan y se desarrollen de manera adecuada. Los principales componentes que las plantas requieren son nitrógeno, fósforo y potasio, pero también necesitan otros minerales como el calcio, el magnesio y el hierro, que les ayudan a mantener su vigor y a mejorar su capacidad fotosintética.

Un buen abono no sólo promueve el crecimiento de raíces fuertes y un follaje saludable, sino que también mejora la estructura del suelo, haciendo que sea más esponjoso y capaz de retener mejor la humedad. Además, fomenta la actividad microbiana que descompone la materia orgánica y transforma los elementos disponibles en formas asimilables por las plantas. Por este motivo, es fundamental utilizar un abono adecuado, preferiblemente casero y natural.

El mejor abono casero para que las plantas florezcan

En el hogar, las plantas no son un simple elemento decorativo; cumplen importantes funciones ambientales como producir oxígeno, retener humedad y regular la temperatura. Para mantenerlas saludables, es esencial prestar atención a factores como riego, luz, sustrato y nutrientes. Un componente esencial en su bienestar es la clorofila, un pigmento que permite la fotosíntesis, el proceso mediante el cual las plantas convierten la luz solar en energía.

Cuando una planta pierde su color verde, puede deberse a una falta de clorofila. Afortunadamente, los jardineros han descubierto que se puede crear un abono casero a base de este pigmento, el cual mejora la capacidad de las plantas para absorber la luz solar, favoreciendo un crecimiento vigoroso y aumentando su resistencia a enfermedades.

Además, la clorofila contiene magnesio, un nutriente esencial para la formación de nuevas moléculas de clorofila, fortaleciendo las estructuras celulares de las plantas. También mejora la calidad del suelo, promoviendo la actividad de microorganismos que descomponen la materia orgánica.

Para hacerlo, recolecta hojas verdes de árboles que conserven su color durante todo el año, licúalas con agua, cuela el líquido resultante y caliéntalo al baño maría por unos minutos. Usa esta mezcla para regar tus plantas cada 15 días. Este abono aumenta la producción de clorofila y, además, mejora la estructura del suelo y aumenta las defensas de las plantas contra enfermedades y estrés ambiental.

Otros abonos caseros que recomiendan los jardineros

El uso de abonos y fertilizantes caseros presenta numerosas ventajas frente a los sintéticos. En primer lugar, son más saludables para las plantas y el medio ambiente, y permiten reutilizar desechos que, de otra manera, serían desechados.

En contraste, los fertilizantes sintéticos contribuyen al cambio climático y pueden causar la contaminación de aguas, suelos y ríos. Además, su concentración de minerales puede dañar las plantas y la calidad del suelo si se utilizan en exceso.

Entre las alternativas orgánicas, destaca la ceniza de chimenea, que aporta potasio y carbonato cálcico. Sin embargo, no se debe aplicar en suelos alcalinos o alrededor de plantas acidófilas. Otro remedio muy popular entre los jardineros es el vinagre, que gracias a su ácido acético resulta beneficioso para plantas que requieren suelos ácidos. También está el humus de lombriz, un abono natural excepcional que mejora la salud de las plantas. Aunque se produce naturalmente en suelos forestales, se puede fabricar en casa mediante una vermicompostera.

Por otro lado, los granos de arroz tienen un alto contenido en potasio, fósforo, hierro y magnesio. Su aplicación consiste en dejar reposar el arroz en agua, para luego colar y regar cada dos semanas. Las mondas de patata, ricas en potasio y fósforo, pueden hervirse y usarse semanalmente como abono durante la floración.

Asimismo, las pieles de plátano, ricas en potasio, magnesio y hierro, se pueden hervir para crear un potente fertilizante. Por sorprendente que parezca, la cerveza sin alcohol es una opción rica en nitrógeno, un nutriente esencial para las plantas, aunque también contiene otros minerales en menor cantidad.

Es tan sencillo como diluir media botella de cerveza 0,0 en un garrafón de cinco litros con agua baja en cal y utilizar esta mezcla para regar plantas, especialmente en exteriores, ya que puede dejar un ligero olor. Para interiores, es preferible el uso de otros abonos naturales.

Por otro lado, las lentejas contienen ácido fítico, que actúa como una hormona vegetal  que favorece el enraizamiento. El agua resultante de dejar las lentejas en remojo durante la noche puede aprovecharse como fertilizante, ideal para huertos urbanos y jardines recién plantados, favoreciendo el desarrollo de raíces sanas. Finalmente, las pieles de cebolla son antifúngicas y antibacterianas, perfectas para fortalecer las plantas, se pueden macerar en agua para obtener un fertilizante suave y natural.