Curiosidades
Frontera particular

Ni Mexico ni Canadá: este es el inesperado país al que puedes llegar andando desde Estados Unidos

Entre las curiosidades geográficas más intrigantes del planeta, destaca un lugar donde dos países separados por ideologías, historia y fronteras comparten una proximidad inusual. A pesar de que sus territorios parecen lejanos, existe un punto donde es posible cruzar desde Estados Unidos a otro país caminando, al menos durante ciertos meses del año.

Este fenómeno, poco conocido, se encuentra en una región remota y hostil, marcada por su clima extremo y su aislamiento. Descubre cómo la geografía crea una conexión única entre estas dos naciones.

¿Cuál es el país al que puedes llegar andando desde Estados Unidos?

La respuesta a tal interrogante es Rusia. Y es que para quienes no sabían, las islas Diómedes son dos pequeñas formaciones rocosas situadas en el estrecho de Bering, exactamente entre Alaska y la península rusa de Chukotka. Estas islas marcan la frontera entre Estados Unidos y Rusia.

Ambas islas están separadas por un estrecho canal de apenas 3,7 kilómetros, lo que permite que en invierno, cuando el agua se congela, sea posible caminar de una a otra. Este hecho las convierte en el único lugar del planeta donde se puede cruzar a pie desde Estados Unidos a Rusia y viceversa.

La historia detrás de las islas que unen a Estados Unidos y Rusia

La historia de estas islas está marcada por su aislamiento y las dinámicas entre sus habitantes y las potencias que las controlan.

Curiosidades de las islas Diómedes: ¿Realmente se puede llegar caminando desde Estados Unidos a Rusia?

Las islas Diómedes no solo son interesantes por su ubicación, sino también por su singularidad geográfica y política:

Cuál es la situación actual de las islas Diómedes

En la actualidad, Diómedes Menor sigue habitada, aunque su población enfrenta desafíos derivados de su aislamiento. La mayoría de los residentes dependen de la pesca para su sustento, mientras que las conexiones con Alaska son limitadas.

En cambio, Diómedes Mayor permanece desierta, salvo por ocasionales visitas de guardias fronterizos y equipos de investigación.

Además, los inviernos en el estrecho de Bering son extremos, con temperaturas que pueden congelar el canal durante meses, lo que facilita el cruce a pie. Sin embargo, este cruce está prohibido por las leyes de ambos países.