Los mejores consejos para lucir una piel del cuello joven y tersa a partir de los 50

La piel del cuello es propensa a mostrar signos de envejecimiento a partir de los 50 años debido a su delgadez y menor cantidad de glándulas sebáceas, lo que la hace más vulnerable a la pérdida de elasticidad y a la sequedad. La gravedad y la postura, especialmente relacionadas con el uso constante de dispositivos digitales, pueden contribuir al debilitamiento y arrugas prematuras en esta área, conocido como «cuello tecnológico».

Asimismo, las arrugas en el cuello surgen debido al deterioro del tejido conectivo y la grasa debajo de la piel, lo que genera hendiduras que se reflejan en arrugas visibles. Estos pliegues pueden ser resultado de la pérdida de hidratación natural de la piel, así como de hábitos de vida poco saludables como fumar, falta de sueño y deshidratación. A partir de los 50, es esencial cuidar la piel del cuello como parte de una rutina de cuidado de la piel para ayudar a reducir su aparición.

¿Cómo lucir una piel del cuello joven y tersa a partir de los 50?

Es fundamental mantener la piel del cuello hidratada diariamente utilizando cremas faciales o productos naturales como aceite de coco, almendras, oliva o rosa mosqueta, entre otros. A la hora de aplicarlos, hazlo con movimientos suaves de arriba hacia abajo hasta que la piel absorba el producto adecuadamente.

La piel del cuello necesita exfoliación regular, preferiblemente una vez por semana, para eliminar las células muertas y las impurezas acumuladas. Puedes utilizar ingredientes naturales como azúcar, sal marina o bicarbonato de sodio mezclados con aceites naturales, miel o yogur para hacer un exfoliante casero. Aplica este exfoliante desde la barbilla hasta el inicio del pecho y también en la parte posterior del cuello, deja que actúe durante unos minutos y retira con agua fría.

El ejercicio es muy beneficioso para mantener la flexibilidad del cuerpo, incluyendo el cuello. Realizar ejercicios dirigidos específicamente al cuello puede contribuir a mantenerlo firme y con un aspecto juvenil a largo plazo. Uno de ellos consiste en mover la mandíbula inferior hacia atrás y hacia adelante manteniendo la espalda recta. Otro ejercicio implica sentarse con la espalda recta, inclinar la cabeza hacia atrás, abrir la boca y extender el labio inferior hacia el labio superior, evitando el contacto con los dientes.

Según varios estudios, las personas que hacen ejercicio al menos dos veces por semana suelen tener una piel más elástica y un suministro sanguíneo mejorado, lo que beneficia los músculos y la oxigenación.

Una postura incorrecta puede acelerar el deterioro de la piel del cuello y también provocar dolores y cefaleas. Mantener el cuello doblado durante largos periodos, como al mirar constantemente dispositivos electrónicos, puede contribuir al desarrollo de arrugas difíciles de eliminar.

El daño provocado por los rayos UV del sol puede afectar la piel del cuello, al igual que la piel de cualquier otra parte del cuerpo. Utilizar protector solar con un factor de protección solar (SPF) de al menos 30, que contenga zinc y titanio para bloquear los rayos UVA y UVB, es altamente recomendable para proteger la piel.

Los ácidos grasos omega-3 y omega-6 son beneficiosos para mejorar la calidad de la piel, ya que estimulan la producción de colágeno y ayudan a reconstruir las células cutáneas. Algunas fuentes alimenticias ricas en estos ácidos grasos incluyen el salmón, las sardinas, el aguacate, las espinacas, las semillas de lino y las semillas de calabaza, entre otros.

A partir de los 50, es esencial comenzar a cuidar la piel delicada del cuello, aunque resulta más desafiante reducir la apariencia de la flacidez una vez que se ha manifestado. Sea cual sea su punto en el cuidado de la piel, implementar estas prácticas puede ayudar a minimizar o prevenir la piel flácida en el cuello.