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Es mejor que la original: así puedes hacer la piedra blanca casera y es más eficaz

  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

La piedra blanca casera es un producto de limpieza versátil y ecológico que ha ganado popularidad por su capacidad para eliminar la suciedad más difícil en todo tipo de de superficies. Destaca por ser un producto biodegradable y muy eficaz, lo que lo convierte en una excelente alternativa a los limpiadores convencionales que a menudo contienen sustancias químicas agresivas. Además, al hacer la piedra blanca casera, puedes controlar los ingredientes, asegurando que sea segura tanto para tu hogar como para el medio ambiente.

Uno de los principales usos de la piedra blanca es la limpieza de superficies metálicas, como por ejemplo el fregadero de acero inoxidable. Funciona muy bien para devolver el brillo a objetos opacos o manchados, como cubiertos, ollas y electrodomésticos. También es excelente para limpiar la encimera de la cocina, ya que no deja residuos tóxicos, lo que la hace perfecta para zonas donde se preparan alimentos. En el baño, la piedra blanca es útil para eliminar la cal y el sarro, así como manchas persistentes en los azulejos, grifos y mamparas de ducha, dejando un acabado brillante.

Cómo hacer piedra blanca casera

Para hacer piedra blanca casera, necesitarás ingredientes simples y fáciles de encontrar. Comienza reuniendo 100 gramos de bicarbonato de sodio y 100 gramos de arcilla blanca, que son los componentes principales de esta mezcla. Ambos ingredientes se combinan para formar la base limpiadora: el bicarbonato es ideal para desengrasar y la arcilla sirve para eliminar manchas sin dañar las superficies.

El siguiente paso consiste en añadir 50 gramos de jabón líquido neutro. Este elemento actúa como agente espumante y mejora la capacidad de limpieza de la piedra blanca. Al mezclar estos tres ingredientes en un bol, obtendrás una pasta que comenzará a tomar forma. Remueve bien para asegurarte de que la mezcla quede uniforme y sin grumos.

A continuación, incorpora un chorrito de agua oxigenada. Este ingrediente no sólo le otorga propiedades desinfectantes a la piedra blanca, sino que también ayuda a blanquear las superficies que limpiarás con ella, como fregaderos o encimeras. Si prefieres que tu piedra blanca tenga un aroma agradable, añade unas gotas de aceite esencial. Lo ideal es utilizar aceites como el de limón, que aportan frescura y, además, refuerzan el poder antibacteriano de la mezcla.

Remueve nuevamente para lograr una consistencia cremosa. Si la mezcla queda demasiado espesa, agrega un poco de agua destilada hasta obtener la textura deseada, similar a una crema ligeramente densa.

Finalmente, vierte la pasta en un recipiente o tupper y déjala reposar durante al menos 24 horas para que se endurezca un poco y esté lista para usar en todo tipo de superficies.

Principales usos

En baños y cocinas, donde se acumulan sarro y restos de jabón, la piedra blanca es un gran desincrustante. Su fórmula elimina eficazmente estas impurezas sin dañar las superficies, gracias a sus propiedades abrasivas suaves. La combinación de bicarbonato y agua oxigenada desinfecta, eliminando bacterias y moho. Al aplicarla sobre azulejos y juntas, se obtienen resultados visibles, restaurando el brillo y limpiando en profundidad sin necesidad de utilizar productos agresivos.

La piedra blanca es una excelente opción para limpiar y desodorizar todo tipo de calzado. Su fórmula elimina manchas difíciles y suciedad incrustada en suelas y superficies, sin dañar los materiales. Especialmente útil para calzado deportivo y zapatos de cuero, ofrece un método natural y económico para mantenerlos limpios y frescos. Además, desinfecta y elimina malos olores, haciendo que el calzado luzca impecable tras cada uso.

Los muebles de jardín, expuestos a la intemperie, requieren una limpieza frecuente, y la piedra blanca es perfecta para ello. Su fórmula remueve la suciedad, polvo y moho de superficies de plástico, metal o madera tratada, sin dañarlas. Gracias al bicarbonato y la arcilla, limpia a fondo mientras el agua oxigenada desinfecta. Es una opción natural y eficaz para mantener los muebles de exterior en buen estado, protegiéndolos del desgaste causado por el clima.

La piedra blanca también es ideal para limpiar superficies de acero inoxidable, eliminando manchas de agua y grasa sin rayar. Es perfecta para fregaderos, electrodomésticos y ollas, devolviendo el brillo natural gracias a su fórmula a base de bicarbonato y arcilla blanca. Además, su composición natural la convierte en una opción ecológica y económica, evitando productos químicos agresivos. También puede ser personalizada con aceites esenciales para dejar un aroma fresco, como el de limón, mientras desinfecta y limpia de manera eficaz.

Finalmente, es perfecta para restaurar el brillo de objetos de plata, cobre o latón. Su fórmula elimina la oxidación y las manchas, devolviendo el aspecto original de joyas, cubiertos y adornos metálicos. Es una alternativa natural a los limpiadores químicos, ya que el bicarbonato y la arcilla eliminan la suciedad de forma suave. Al ser ecológica y económica, ofrece una solución eficiente y segura para mantener los objetos metálicos en perfecto estado.