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Lápidas romanas en la Giralda: testimonios de Hispalis en el corazón de Sevilla

Testimonios de Hispalis en el corazón de Sevilla están muy presentes a través de las lápidas romanas en la Giralda

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  • Gemma Meca
  • Licenciada en Historia, máster en Periodismo y Comunicación Digital. Redactora en Ok Diario. Cuento historias, soy amante de los astros, sigo a la luna, los TT de Twitter y las tendencias en moda. Experta en noticias de consumo, lifestyle, recetas y Lotería de Navidad.

Testimonios de Hispalis en el corazón de Sevilla están muy presentes a través de las lápidas romanas en la Giralda. Uno de los monumentos más representativos de la ciudad de Sevilla es sin duda alguna La Giralda. Un lugar que se ha convertido en centro neurálgico de todo un universo de grandes sensaciones.

Vamos a descubrir el corazón de una ciudad que se ha convertido en epicentro de una serie de elementos que la han hecho ser la que es hoy. Pasando por distintas culturas y civilizaciones que la ha llevado hasta su estado actual.

Testimonios de Hispalis en el corazón de Sevilla

Hispalis es el nombre romano de la ciudad de Sevilla que ha crecido a merced de las distintas culturas que la han habitado. Fue de los primeros enclaves romanos en fundarse dada su situación y partiendo de unas Guerras Púnicas que llevaron al imperio romano a enfrentarse al cartaginés en varias ocasiones.

Para mantener la supremacía económica y política en el territorio, nada mejor que hacerlo de la mano de un enclave que se ha convertido en emblemático. La ciudad de Sevilla es la que ha recibido durante estos miles de años, el paso de ser una de las que más ha sido capaz de mostrar su situación estratégica, pero también su grandeza.

De ser un campamento romano a la capital de un reino, varios siglos separan este cambio de rumbo que acabaría de dar a esta ciudad el empujón necesario y la fortaleza para acabar siendo una de las más destacadas de nuestro país. Uno de los emblemas de Sevilla acaba demostrando su fortaleza a través de sus cimientos.

Cualquier ciudad que tenga una cierta edad, guarda en su interior una serie de secretos que quizás nadie hubiera imaginado. En este caso estamos ante un pasado romano que demuestra la importancia desde tiempos inmemoriales de esta capital de provincia y de Comunidad Autónoma.

Una opción que nos permite saber un poco más de estos romanos es pasar por la Giralda este monumento histórico, lleva algunas partes de su construcción marcadas por ese pasado que podemos descubrir fácilmente con una escapada a este lugar. La reutilización de materiales en la construcción de determinados edificios ha llevado a medio país a saber un poco más sobre el pasado romano de Sevilla, justamente a través de la Giralda su emblema más destacado.

Estas son las lápidas romanas de la Giralda

En la construcción de la Giralda se reaprovechó gran parte del material constructivo que había presente en la ciudad. Por lo que no es de extrañar que tengamos algo tan destacado como unas lápidas romanas en su construcción. Si se visita la Giralda las puedes ver, son dos soldados romanos del siglo II, por lo que podrás comprobar la importancia de esta ciudad ya en tiempos de los romanos.

Vas a poder saber un poco más de la historia de Sevilla, pero también de España entera visitando esta ciudad. En definitiva, estamos ante la historia de todos que acabará siendo la que marque la diferencia. Por lo que no es de extrañar que tengamos ganas de ver un poco más allá de este lugar.

Tal y como figura en su web: “Tiene la estructura clásica de los alminares almohades que se seguirá usando durante siglos en la mayoría de los campanarios mudéjares. Está compuesta por un prisma central de base cuadrada, rodeada por los cuatro muros externos. Entre ambas estructuras se sitúan las rampas de subida, que en el caso de esta torre y por su gran tamaño, permitía incluso el acceso a caballo.”

El hecho de que se pueda acceder incluso a caballo es una auténtica singularidad a la hora de construir este elemento que ha acabado siendo el que ha marcado una diferencia importante respecto a otros de su misma época. La descripción de la Giralda de su página web también nos revela determinados detalles: “La decoración exterior se basa en vanos bíforos o ajimeces, bien con arcos de herradura semicirculares o polilobulados, rodeados por alfiz y acogidos por otro gran arco lobulado apuntado (túmido). En las calles laterales existen arcos murales que vistos de lejos parecen una red de rombos. La gran altura de este alminar la hace destacar de entre todas las demás influyendo su decoración en franjas verticales que le confiere una airosidad especial. En el cuerpo de campanas, podemos apreciar los magníficos trabajos de sus ventanales, donde destacan los arcos y capiteles de ascendencia califal. El último cuerpo de la torre almohade fue sustituido por el deterioro sufrido en el siglo XVI por Hernán Ruiz mediante un remate renacentista sobre el que gira una estatua femenina de bronce de unos cuatro metros de altura que representa “la fe victoriosa” llamada el Giraldillo que da nombre a la torre.”