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Instalar el aire sin saber esto puede costarte una multa: miles de personas están siendo sancionadas

  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

Cuando llega el verano y suben las temperaturas en verano, muchas personas deciden instalar un  aire acondicionado para combatir el calor. Sin embargo, en las comunidades de vecinos, la instalación de estos sistemas puede generar cierta tensiones. El principal foco de conflicto suele ser la unidad exterior, que normalmente se coloca en la fachada del edificio.

La duda más frecuente es si cualquier vecino puede instalar libremente un compresor de aire acondicionado en la fachada del edificio, o si, por el contrario, necesita algún tipo de permiso o autorización. Para dar respuesta a esta cuestión, es necesario analizar la Ley de Propiedad Horizontal (LPH), además de tener en cuenta los posibles estatutos internos de la comunidad, la normativa municipal y, en algunos casos, la jurisprudencia existente.

Lo que debes saber para instalar el aire

La Ley de Propiedad Horizontal, que regula el funcionamiento de las comunidades de vecinos en España, establece en su artículo 7 un principio general que afecta directamente a este tipo de instalaciones. En dicho artículo se indica que los propietarios pueden modificar elementos privativos de su vivienda, pero con una condición muy importante: no deben afectar a los elementos comunes del edificio. La fachada, sin duda, es uno de estos elementos.

El texto legal indica claramente que cualquier intervención que altere la estructura, configuración o estética exterior del edificio requiere autorización. Por tanto, instalar un aparato en el exterior del edificio, visible desde la vía pública o en un espacio compartido, entra dentro de las limitaciones que impone la ley.

Si estás pensando en instalar un aire acondicionado en la fachada de tu edificio, es importante que sigas una serie de pasos para evitar problemas con la comunidad:

  1. Lo primero que debes hacer es consultar los estatutos de la comunidad de propietarios donde vives. Estos documentos regulan aspectos internos de la convivencia y, en muchos casos, recogen disposiciones específicas sobre la instalación de aparatos como los aires acondicionados. Es posible que ya exista un acuerdo general que autorice su colocación en determinados lugares (por ejemplo, en patios interiores, terrazas o bajo ciertas condiciones estéticas), lo cual simplifica mucho el proceso. Si los estatutos no permiten la instalación en fachadas o no lo mencionan, deberás seguir los siguientes pasos.
  2. Una vez revisados los estatutos, ponte en contacto con el presidente de la comunidad o con el administrador de la finca. A través de ellos podrás saber si ya existe un criterio común, si hay precedentes similares o si la comunidad suele aprobar este tipo de instalaciones. Es importante que esta consulta la hagas de manera formal, preferiblemente por escrito, para que quede constancia.
  3. Si la comunidad no permite expresamente la instalación o si se trata de una primera petición de este tipo, deberás solicitar formalmente que el tema se trate en una Junta de Propietarios. Para ello, presenta una solicitud por escrito donde indiques tu intención de instalar el aire acondicionado, junto con una descripción técnica de la instalación: modelo del aparato, plano o fotografía con la ubicación exacta, dimensiones, sistema de anclaje y cualquier otra información relevante.
  4. La solicitud deberá incluirse como punto del orden del día en la siguiente Junta Ordinaria o, si tienes prisa, puedes solicitar una Junta Extraordinaria. En la reunión, se debatirá tu propuesta y se someterá a votación. Según establece el artículo 17.6 de la Ley de Propiedad Horizontal, para aprobar la instalación de un aire acondicionado en elementos comunes (como la fachada), se necesita el voto favorable de tres quintas partes del total de propietarios, que representen a su vez tres quintas partes de las cuotas de participación del edificio. Es importante tener en cuenta que no basta con una mayoría simple.
  5. Una vez celebrada la Junta y realizada la votación, es fundamental que pidas una copia del acta de la reunión donde conste el resultado. Si tu propuesta se ha aprobado, podrás proceder con la instalación según las condiciones establecidas. En caso contrario, no podrás colocar el aparato en la fachada legalmente, y hacerlo podría derivar en sanciones o incluso en una orden judicial de retirada. Si hay vecinos ausentes que no votaron, sus votos se computarán como favorables si no manifiestan su oposición por escrito en los 30 días siguientes, según establece la ley.
  6. Aunque tengas el permiso de la comunidad, debes verificar si hay ordenanzas municipales o urbanísticas que regulan o restringen este tipo de instalaciones en tu ciudad. Algunos ayuntamientos, especialmente en zonas históricas o con protección patrimonial, prohíben expresamente la colocación de unidades exteriores visibles desde la vía pública.
  7. Si ya cuentas con el visto bueno de la comunidad y no hay impedimentos municipales, es momento de proceder con la instalación. Asegúrate de contratar a un instalador profesional autorizado, que cumpla con la normativa técnica vigente (por ejemplo, en materia de ruido, vibraciones o consumo energético).

Finalmente, cabe señalar que existen excepciones a la aprobación comunitaria: si la instalación no afecta elementos comunes, si los estatutos lo permiten expresamente o si solo se sustituye una unidad previamente autorizada.