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El gran problema oculto de las freidoras de aire que no te cuentan: la gente no lo imaginaba

  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

En los últimos años, las freidoras de aire han conquistado las cocinas de todo el mundo gracias a su promesa de cocinar de forma más saludable, rápida y sin aceite. Sin embargo, como sucede con casi cualquier pequeño electrodoméstico, las freidoras de aire tienen una serie de problemas ocultos de los que no siempre se habla.

Si bien muchas personas se sienten atraídas por la idea de una limpieza rápida y sencilla, este proceso a menudo es más complicado de lo que parece. Los recubrimientos y los espacios de difícil acceso en algunos modelos complican la tarea. Además, no siempre logran ese crujiente perfecto que esperamos de una fritura tradicional. Asimismo, no son ideales para cocinar grandes cantidades de alimentos, lo que puede ser un inconveniente para familias grandes.

El problema de la freidora de aire

Uno de los mayores atractivos de las freidoras de aire es la promesa de que puedes obtener un resultado crujiente sin necesidad de sumergir los alimentos en aceite. En teoría, el aire caliente debería dorar los alimentos de manera similar a como lo haría una freidora convencional. Pero la realidad es otra. El «crujiente perfecto» es algo que, en muchos casos, no se logra.

Si bien algunas freidoras de aire pueden conseguir una textura crujiente en algunos alimentos, no siempre se alcanza el nivel que uno esperaría de una fritura tradicional. Los alimentos pueden salir demasiado secos, sin ese dorado característico, o simplemente no tienen la capa crujiente que muchos desean. Esto se debe a diversos factores, como el tipo de comida, el tiempo de cocción y la cantidad de aire que circula dentro de la freidora.

Otro inconveniente a tener en cuenta es la capacidad que ofrece este electrodoméstico. Si tienes una familia grande, la freidora de aire puede quedarse corta en cuanto a capacidad. La mayoría de modelos son útiles para una persona o dos, pero si necesitas preparar la comida para varias personas, es probable que tengas que hacer varias tandas. Esto no sólo aumenta el tiempo de cocción, sino que también puede afectar la textura y sabor de los alimentos, ya que la recocción puede hacer que algunos ingredientes no tengan la misma calidad que cuando se cocinan en una sola tanda.

Limpieza

Una de las promesas que más se repite sobre las freidoras de aire es la facilidad de limpieza. Muchas veces se dice que el proceso de limpieza es sencillo, gracias a que la mayoría de los modelos tiene piezas desmontables que se pueden lavar tanto a mano como en el lavavajillas. Esto debería hacer que limpiar la freidora de aire sea mucho más rápido y menos tedioso que con una freidora tradicional. Sin embargo, este proceso no siempre es tan fácil.

Aunque los componentes son desmontables, en algunos modelos los espacios difíciles de alcanzar o los recubrimientos hacen que la tarea de limpiar la freidora sea más complicada de lo que se pensaba. A veces, los restos de comida y grasa pueden quedarse atrapados en los rincones de la canasta o el fondo de la freidora, lo que requiere más tiempo y esfuerzo para eliminarlos.

Truco

Limpiar una freidora de aire puede parecer sencillo gracias a sus componentes desmontables, pero a menudo nos encontramos con restos de grasa y alimentos difíciles de quitar. Sin embargo, con algunos trucos sencillos, puedes facilitar la limpieza y alargar la vida útil de tu aparato. Uno de los métodos más efectivos es usar bicarbonato de sodio y agua caliente.

En primer lugar, asegúrate de que la freidora esté completamente apagada y enfriada antes de comenzar la limpieza. Retira la cesta y la bandeja, y colócalas en el fregadero. Mezcla una cucharada de bicarbonato de sodio con agua caliente en un recipiente y sumerge los componentes. El bicarbonato es excelente para descomponer la grasa acumulada, lo que facilita su eliminación. Déjalos en remojo durante unos 10 a 15 minutos para que el bicarbonato haga su trabajo.

Mientras tanto, puedes limpiar la cavidad interna de la freidora. Usa un paño suave o una esponja con un poco de vinagre diluido en agua caliente. El vinagre es otro gran aliado para desinfectar y eliminar malos olores. Evita usar productos abrasivos que puedan dañar los recubrimientos antiadherentes de la freidora. Con un trapo, pasa por las paredes internas, asegurándote de retirar cualquier residuo de comida o grasa.

Después de dejar reposar la cesta y la bandeja, frota suavemente con una esponja no abrasiva para quitar cualquier resto de grasa que haya quedado. Si los restos persisten, repite el proceso con bicarbonato. Finalmente, seca bien todas las piezas antes de volver a montarlas.

En conclusión, aunque las freidoras de aire ofrecen ventajas muy interesantes, no están exentas de inconvenientes. No logran siempre el crujiente perfecto, su capacidad es limitada y la limpieza puede ser más complicada de lo que se espera.