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Los expertos dan la voz de alarma por la peligrosa especie que ya está en España: su picadura puede producir ceguera

  • Gemma Meca
  • Licenciada en Historia, máster en Periodismo y Comunicación Digital. Redactora en Ok Diario. Cuento historias, soy amante de los astros, sigo a la luna, los TT de Twitter y las tendencias en moda. Experta en noticias de consumo, lifestyle, recetas y Lotería de Navidad.

Una peligrosa especie ya ha llegado a España, su picadura puede producir ceguera y ha desatado una serie de alertas que debemos conocer, antes que nada. Será el momento de empezar a prepararnos para afrontar un problema que puede ir en aumento y que, sin duda alguna, acabará siendo lo que nos marque muy de cerca. Con ciertas novedades a las que tendremos que enfrentarnos en estos próximos días.

Las plagas se han convertido en un mal que va en aumento y que puede acabar siendo el peor enemigo de unos días en los que todo puede ser posible. Con algunas novedades que pueden acabar siendo las que nos hagan estar muy pendientes de estos elementos que llegan en estas jornadas de verano. En las que todo el tiempo estamos pendientes de un elemento que puede acabar convirtiéndose en un problema mayor. Deberemos estar muy pendientes de este tipo de insectos que acaban convirtiéndose en un problema. Llega una nueva alerta anta una especie que ha recorrido miles de kilómetros para acabar en España y convertirse en un auténtico problema para todos.

Su picadura puede producir ceguera

Hay insectos que pueden acabar siendo uno de los más peligrosos que existen. En especial si tenemos en cuenta que estaremos ante un animal que puede acabar siendo uno de los más temidos por todos. No sólo los más grandes acaban suponiendo un peligro, sino que los pequeños también pueden causar estragos.

Estamos ante un tipo de animales que pueden acabar suponiendo un problema al que debemos enfrentarnos lo antes posible. Tendremos que ver llegar un importante cambio de ciclo que puede acabar siendo el que nos acompañe en estos días que hasta el momento no imaginaríamos.

Hay insectos que con su picadura pueden enfrentarse a una serie de elementos que hasta la fecha no hubiéramos tenido en cuenta. Un cambio de tendencia que puede acabar siendo lo que nos marque de cerca, con ciertas novedades que pueden convertirse en un problema mayor. Quizás hasta el momento no hubiéramos ni imaginado esta situación cambiante.

Estos viajes en un mundo global, esta producción que va de un lugar a otro con un solo click, tiene sus riesgos, como el de propagar una plaga de este tipo con más facilidades de lo que nos imaginaríamos.

La peligrosa especie que ya está en España

Una hormiga que llega de lejos, en concreto de la otra punta del mundo, se puede convertir en nuestra peor enemiga, sobre todo, si tenemos en cuenta que estamos ante un ser que puede acabar siendo un problema para todos, de una forma que no esperaríamos.

Tal y como nos explican los expertos de Anecpla: «Ha llegado a Europa una de las especies invasoras más problemáticas del mundo, de hecho, no es solo que haya llegado. Ya se habían detectado ejemplares de este animal en productos importados en España, Finlandia y Países Bajos. Lo preocupante es que ahora parecen haberse establecido. Ya no son un puñado de individuos en un paquete perdido, son colonias enteras que horadan nuestro continente y procrean sin descanso. Están entre nosotros y el futuro no es muy esperanzador. Su nombre científico es Solenopsis invicta por algo, porque de su tierra natal, América del Sur, viajó a Centroamérica, Asia y Oceanía para establecerse allá donde tocara tierra y solo hemos logrado erradicarla de Nueva Zelanda, por lo demás, hace honor a su apellido “invicta”. No es necesario levantar la voz de alarma, pero lo cierto es que la presencia de esta hormiga es un peligro. Por un lado, la mayoría de las especies que saquemos de su hábitat va a causar algún problema al competir con la vida local, incluso cuando no logran establecerse. Competirá con especies de hormigas locales y puede que acabe extinguiendo a alguna, afectando al resto de interacciones en las que estuvieran implicadas. La biosfera es un sistema muy complejo e imbricado y solo por eso ya deberían preocuparnos estas hormigas. No obstante, hay un motivo algo más egoísta y evidente para tener en cuenta: su mordedura es muy dolorosa, tanto que les ha valido el sobrenombre de hormigas de fuego. De hecho, en algunas ocasiones pueden desencadenar reacciones alérgicas y, en casos extremos, shocks anafilácticos que podrían conducir a la muerte. Esto por no hablar de las pérdidas económicas que suponen, porque en EE. UU. afectó al sector de la agricultura generando pérdidas de 6 mil millones de dólares».

Siguiendo con la misma explicación: «Los investigadores del Instituto de Biología Evolutiva (IBE), un centro conjunto del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la Universidad Pompeu Fabra (UPF) de España, han encontrado 88 nidos en Siracusa, Sicilia. Todos ellos se encuentran repartidos a lo largo y ancho de unas 4,7 hectáreas. Algunos nidos tienen, aproximadamente, miles de obreras. Y, por si fuera poco, los vecinos relatan picaduras compatibles con esta especie que se remontan a 2019, por lo que llevan, al menos 4 años establecidas. No son cuatro hormigas perdidas, son decenas de colonias que, posiblemente, debido a la situación geográfica de Sicilia, no sean las primeras de Europa. Posiblemente hayan llegado a estos puertos italianos desde otras ciudades marítimas de nuestro continente y, por lo tanto, eso significa que hay nidos en otros lugares que todavía no sospechamos. Si hay una solución, desde luego, no parece sencilla. Debemos pensar que no somos el primer continente que se enfrenta a ellas y que, salvo Nueva Zelanda, todos han fracasado en su empeño. La parte buena de esta información es que, Nueva Zelanda nos da cierta esperanza. Es verdad que no somos una isla en medio del Pacífico, pero podemos intentar imitar sus medidas. La clave, según parece, estuvo en asignar fondos a inspeccionar sistemáticamente las áreas locales en busca de montículos propios de este tipo de hormigas. Tras ello, desplegaron un plan de erradicación de varios años en cada una de las localidades afectadas. De este modo, eliminaron los nidos y se aseguraron de que no hubiera hormigas supervivientes con capacidad reproductiva. Ahora bien, para eso hay que hacer una inversión y tomarse el peligro en serio, por lo que tal vez debamos echar una mirada al futuro».