Curiosidades

El curioso origen de la expresión ‘hace un día de perros’

“Hace un día de perros”. ¿Cuántas veces hemos repetido esta expresión en lo que va de invierno? Este año, además, hemos tenido más de un día de perros. ¡Y si no que se lo digan a la pobre gente que se quedó atrapada en la AP-6 en plena operación retorno de Navidad!

Con ‘un día de perros’ nos podemos estar refiriendo a que las cosas no nos han salido demasiado bien, aunque el significado más común es que la meteorología nos está deleitando con una jornada en la que la lluvia, el viento y las bajas temperaturas son las notas predominantes. Lo que probablemente no sabías es que la expresión ‘un día de perros’ no siempre se ha utilizado en tono tan negativo. Es más, ¡antiguamente significaba todo lo contrario!

’Un día de perros’ por culpa de la canícula

Hay que remontarse muchos siglos atrás, a la época en la que los calendarios se regían por la astronomía y la rutina de las personas estaba condicionada por la posición de las estrellas en el cielo, para descubrir el verdadero origen de la expresión ‘un día de perros’.

Constelación de Canis Maior

Sirio es la estrella más brillante de la constelación de Canis Maior (Can o Perro Mayor). Desde tiempos remotos se tenía la creencia de que los días de calor intenso del verano estaban estrechamente relacionados con Sirio. De ahí que a estos días de calor sofocante se le conociera como ‘canícula’, que rápidamente se relacionaron con los ‘días de perro’.

Y es que cuando la canícula hacía acto de aparición, las altas temperaturas provocaban en la gente cansancio, jadeos, agobio, falta de aliento y necesidad de resguardarse en la sombra. Así que fue por la influencia de la constelación de Canis Maior cuando se empezó a utilizar la expresión ‘hace un día de perro’ para referirse a estos días de tan intenso calor.

Lo que no está tan claro es por qué con el paso de los años la expresión ‘hace un día de perros’ evolucionó hacia el significado actual, es decir, hacia todo lo contrario que cuando surgió.