Curiosidades
Cerveza

Cómo la temperatura afecta el sabor de la cerveza fría

La temperatura juega un papel muy importante cuando se trata de las bebidas que más nos gustan. Por ejemplo en el café. Si se prepara con agua caliente podrá extraer mayor sabor a los granos. Pero luego al servirlo, podemos elegir entre muy caliente para saborearlo más o muy frío, para perder sabor pero a la vez, refrescarnos. En el caso de la cerveza,  obtener la temperatura adecuada puede requerir un poco de prueba y error. Afortunadamente, queremos ayudarte para que tengas con el conocimiento de cómo elegir la temperatura indicada ya que esta puede afectar realmente al sabor de la cerveza fría.

La temperatura y la cerveza fría

La cerveza es sin duda una de las bebidas más refrescantes . Por eso nos abastecemos de ella en verano, sobre todo si somos amantes de la cerveza. Y si, además de ser un must en casa, la cerveza también es la querida compañera de tus tardes de verano y te gustará mucho poder saborearla bien fría.

Pero beber cerveza fría no es precisamente lo mejor. De hecho, algunos expertos han recomendado evitar este hábito porque es un verdadero error . Tratemos de entender por qué o cómo afecta la temperatura a una cerveza que se sirve fría.

La temperatura correcta para la cerveza fría

Seamos realistas, la cerveza fría no sabe igual que la cerveza caliente. Es por eso que preferimos la primera opción en lugar de la segunda. Pero erróneamente, porque los expertos dicen que una cerveza demasiado fría podría reducir de algún modo la presencia de los componentes aromáticos de esta bebida y por tanto también las burbujas. Con temperaturas bajas, por lo tanto, puede existir el riesgo de que algunos sabores no sean completamente perceptibles.

Por eso es igualmente incorrecto servir cerveza en un vaso frío. Esto no solo bloqueará los aromas y la efervescencia (carbonatación, para usar un término técnico), sino que también aumentará la espuma. En realidad, cada tipo de cerveza tiene una temperatura ideal para beber, pero si no eres capaz de encontrar los grados exactos, no tienes el tiempo o las ganas, entonces debes saber que lo ideal sería beberla dejando primero que hayan pasado unos 5 minutos desde que la sacaste de la nevera.

De hecho, beberla de este modo te permitirá saborearla todavía un poco fría y además distinguir aromas y sabores pero el amargor del lúpulo tenderá a desaparecer. Por lo tanto, la temperatura ideal está en algún punto intermedio, pero recuerda que esta indicación generalmente se encuentra en la etiqueta, ¡así que no hay excusas!

Así que de ahora en adelante trata de no congelar la cerveza y disfrútala correctamente.