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Casi nadie los visita en verano y te van a sorprender: 5 destinos a los que debes dar una oportunidad

  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

Cuando llega el verano, muchos viajeros se lanzan a los destinos de siempre: las playas atestadas de España, las islas griegas repletas de turistas o la Costa Amalfitana donde cuesta encontrar un hueco libre en pleno agosto. Pero Europa es mucho más que sus clásicos. Hay países que pasan desapercibidos durante esta época del año y que, precisamente por eso, resultan perfectos para unas vacaciones con menos multitudes y una autenticidad que a veces cuesta encontrar en los destinos más populares.

La época estival no tiene por qué ser sinónimo de masificación ni de precios por las nubes. Europa está llena de rincones por descubrir, donde todavía puedes sentir que viajas de verdad. Así que la próxima vez que organices tus vacaciones, considera uno de estos destinos, en lo que encontrarás una conexión más profunda con la esencia del viaje.

Los mejores destinos para las vacaciones de verano

Estos cinco países ofrecen algo que a menudo se pierde en los lugares más turísticos: autenticidad. En Serbia te sorprenderá la hospitalidad, en Liechtenstein el silencio de la montaña, en Eslovaquia la fuerza de la naturaleza, en Letonia la armonía con el entorno y en Rumanía el peso de la historia.

1. Serbia: el corazón vibrante de los Balcanes

Serbia es una de esas joyas ocultas que aún no ha sido invadida por el turismo masivo, y eso la convierte en un destino ideal para el verano. Belgrado, su capital, combina una energía urbana vibrante con un corazón histórico lleno de encanto. Las orillas del río Danubio están salpicadas de terrazas flotantes, ideales para disfrutar de una cerveza local o una cena al atardecer.

Pero Serbia no es solo Belgrado. Novi Sad, una ciudad universitaria con aires bohemios, acoge en julio el famoso festival de música EXIT en la fortaleza de Petrovaradin. Además, el país está lleno de parques naturales, montañas como Zlatibor y Tara, ideales para el senderismo, y pequeños pueblos donde el tiempo parece haberse detenido. Y no olvidemos su gastronomía: los cevapi, la ensalada šopska, o los dulces baklava y tulumba te harán salivar.

2. Liechtenstein: pequeño pero con un alma enorme

Rodeado por Suiza y Austria, Liechtenstein es uno de los países más pequeños del mundo, pero también uno de los más sorprendentes. Su capital, Vaduz, es tranquila, elegante y perfecta para una escapada relajante. Aunque muchos lo ven solo como un lugar de paso, quien decide detenerse descubre una naturaleza impresionante, rutas de senderismo bien señalizadas y unas vistas de los Alpes que quitan el aliento.

En verano, las temperaturas son agradables y hay eventos culturales que mezclan tradición y modernidad. Puedes recorrer castillos medievales, como el de Gutenberg, y luego terminar el día con una copa de vino local en una de las bodegas familiares que abundan en el país. Todo esto sin el bullicio de las grandes ciudades ni las multitudes de turistas.

3. Eslovaquia: mucho más que Bratislava

Eslovaquia es otro de esos destinos subestimados que tiene todo para enamorar a los viajeros. Bratislava, su capital, es una ciudad acogedora, fácil de recorrer a pie, con un casco antiguo repleto de callejuelas adoquinadas, terrazas, castillos y cafés encantadores. Pero si te aventuras fuera de la capital, encontrarás un país de paisajes variados y espectaculares.

El Parque Nacional de los Tatras es un paraíso para los amantes del senderismo, con rutas que atraviesan lagos de montaña, bosques densos y cumbres impresionantes. Además, Eslovaquia cuenta con una larga tradición de balnearios y aguas termales, ideales para desconectar.

4. Letonia: el norte fresco y verde

Letonia es una opción excelente si buscas escapar del calor sofocante del sur de Europa. Con sus bosques infinitos, lagos tranquilos y una costa bañada por el mar Báltico, este país es perfecto para el turismo de naturaleza y la calma.

Riga, su capital, es una joya arquitectónica. Su casco histórico declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, mezcla edificios medievales con joyas del modernismo. Pero la verdadera magia de Letonia está fuera de la ciudad: el Parque Nacional de Gauja, las playas de Jurmala y los pueblos tradicionales.

5. Rumanía: castillos, naturaleza y leyendas

Rumanía, uno de lo destinos más fascinantes para el verano, combina historia, paisajes de ensueño y una rica herencia cultural. Aunque es conocida por la leyenda de Drácula y el castillo de Bran, el país tiene mucho más que ofrecer. Bucarest, su capital, es una ciudad de contrastes, con amplias avenidas, arquitectura soviética y barrios modernos que rebosan creatividad.

Transilvania, más allá de los mitos, es una región de una belleza sobrecogedora, con pueblos medievales como Sibiu y Brasov, montañas cubiertas de bosques y una gastronomía que mezcla influencias orientales y centroeuropeas. En el delta del Danubio puedes disfrutar de la observación de aves en uno de los ecosistemas más ricos del continente.

Estos cinco destinos europeos ofrecen belleza, cultura y tranquilidad en verano. ¡Atrévete a explorarlos y vive experiencias únicas sin multitudes!