Casas medievales con fachadas de colores y callejones: el pueblo de cuento que hay que visitar este invierno
En 1431, fue el escenario de la ejecución de Juana de Arco
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Francia, un país lleno de historia, cultura y paisajes impresionantes, siempre ha sido un destino de ensueño para los viajeros. Aunque París es la ciudad que más turistas atrae, hay otras localidades que, aunque menos conocidas, cuentan con un encanto único que merece la pena descubrir. Una de esas joyas escondidas es Rouen, un pueblo de cuento situado en la región de Normandía, que, con su mezcla de historia y arquitectura, es el destino perfecto para este invierno.
Rouen es un lugar que parece haberse detenido en el tiempo con sus calles empedradas, sus fachadas de colores vibrantes, sus monumentos históricos y sus callejones estrechos y misteriosos. Uno de los principales atractivos de Rouen son sus casas medievales, muchas de las cuales mantienen su estructura de entramado de madera, una técnica arquitectónica que ha perdurado a lo largo de los siglos. La calle Rue Damiette es famosa por albergar una de las casas más icónicas de Rouen, una vivienda del siglo XVII que se caracteriza por su inclinación, lo que la convierte en la más fotografiada de la ciudad.
Rouen, un pueblo de cuento que te enamorará
Rouen es una localidad histórica situada en la región de Normandía, al norte de Francia. Fundada en la época romana, su importancia creció durante la Edad Media, convirtiéndose en un próspero centro comercial y cultural. Fue la capital del Ducado de Normandía y jugó un papel clave durante la Guerra de los Cien Años. En 1431, fue el escenario de la ejecución de Juana de Arco.
Lugares de interés
La Catedral de Notre-Dame es sin duda el emblema de la ciudad. Éste majestuoso edificio gótico, construido entre los siglos XIII y XV, es una de las catedrales más impresionantes de Francia. Su fachada, adornada con intrincados detalles arquitectónicos, y su famosa flecha de hierro, que se eleva a más de 150 metros, hacen de la catedral un lugar imprescindible en la ciudad. No sólo su arquitectura es impresionante, sino que en su interior descansan los restos de importantes figuras históricas, como el corazón del rey Ricardo I de Inglaterra, conocido como Ricardo Corazón de León.
Otro de los lugares más emblemáticos de Rouen es la Plaza del Viejo Mercado, donde ejecutaron a Juana de Arco en 1431. Este sitio, cargado de historia, es el corazón de la localidad medieval y está rodeado de hermosas casas de madera y una gran cantidad de bares y restaurantes. En la plaza también se encuentra la «posada más antigua de Francia», inaugurada en 1345, un lugar que ha sido testigo de innumerables historias a lo largo de los siglos.
Gros Horloge es un reloj astronómico renacentista que se encuentra en el centro de la localidad. Este reloj, que está instalado sobre un arco que une dos edificios históricos, es uno de los monumentos más emblemáticos de Rouen. A pocos pasos del Gros Horloge, se encuentra la Iglesia de Saint-Maclou, uno de los ejemplos más impresionantes de la arquitectura gótica en la ciudad. Su fachada, con un portal de cinco puertas talladas en madera, es una de las más impactantes de Rouen. La iglesia, que data del siglo XV, es conocida por su impresionante diseño y por su historia, ya que ha sido testigo de numerosos eventos a lo largo de los siglos.
La Abadía de Saint-Ouen, otra joya arquitectónica de Rouen, es un lugar de gran importancia histórica y cultural. Ésta enorme abadía, que fue uno de los monasterios benedictinos más poderosos de Normandía entre los siglos XIV y XVI, es conocida por su impresionante fachada gótica y sus 80 vidrieras, que le confieren una estética única. La abadía, que a menudo es confundida con la catedral debido a su tamaño y majestuosidad, es uno de los lugares más visitados de Rouen.
Gastronomía
Ninguna visita a Rouen estaría completa sin disfrutar de su deliciosa gastronomía. Normandía es famosa por sus productos lácteos, especialmente el queso, que se produce en la región desde hace siglos. La sidra, una bebida alcohólica típica de la región, también es muy popular entre los locales y los turistas. Rouen es el lugar perfecto para probar estos productos, y muchos de sus bares y restaurantes ofrecen menús tradicionales con platos como el «coq au vin» (pollo con vino) o las vieiras, que son una especialidad de la zona.
Los amantes de los dulces no pueden perderse las «Lágrimas de Juana de Arco», un delicioso chocolate que conmemora la figura histórica de Juana de Arco. Otro dulce típico de la región es el Biscuit sablé, una galleta tradicional que es perfecta para llevar como souvenir o disfrutar durante una tarde de invierno en una de las cafeterías de la ciudad.
Su ambiente encantador, combinado con su legado histórico y cultural, hace de este pueblo de cuento un lugar único que cautiva a todos los que la visitan. Este invierno, si buscas un destino especial, Rouen te espera con los brazos abiertos.