Curiosidades
Historia

La Pinta, la Niña y la Santa María: Las tres carabelas de Cristóbal Colón

Toma nota de las carabelas con las que Colón llegó a América

Curiosidades sobre Cristóbal Colón que te sorprenderán

Uno de los grandes personajes históricos que cambiaría para siempre el destino de todos, decidió hacerlo a bordo de tres barcos con nombre español. Cristóbal Colón partió en busca del nuevo mundo y de la creación del imperio español desde un lugar conocido y a bordo de unas naves que al igual que él, han pasado a la historia y lo han hecho por un motivo de peso. Hasta la fecha, ninguna otra, ha sido capaz de llegar tan lejos y es por un motivo en concreto. Tenían que romper moldes y es algo que consiguieron con creces, recorriendo el mar que separa ambos continentes.

Las carabelas de Cristóbal Colón partieron desde Cádiz el 3 de agosto de 1492. Corría el 3 de agosto de 1492 cuando Cristobal Colón dejó el Puerto de Palos de la Frontera comandando las tres carabelas:  La Santa María, La Pinta y la Niña, camino del descubrimiento de una nueva ruta con las Indias. Estaban a bordo de las naves 90 marineros que capitaneaban los hermanos Pinzón, Cristóbal Quintero, Pedro de Velasco y el propio Colón.

¿Cuáles eran las carabelas de Cristóbal Colón?

La Santa María

La de mayor tamaño de las tres y más concretamente podemos decir que no era una carabela, más bien era una carraca o una nao. Sus medidas eran de 36 metros de eslora y tres mástiles, destacando por su gran capacidad de carga, que ascendía a 200 toneladas. Todo esto hacía que fuera también la más lenta de las 3 . En ella viajaban 39 hombres, de los que uno era el almirante Cristobal Colón.

Se construyó en unos astilleros situados en Galicia, por el que al principio se la denominó La Gallega. Su propiedad pertenecía al marino y cartógrafo que estaba al servicio de los Reyes Católicos, Juan de la Cosa.

Algo que conviene recordar es que ninguno de los barcos en los que llegó Colón a La Española eran nuevos. La Santa María terminaría encallando el 25 de diciembre de 1942 próxima a Haití. Debido a su estado fue abandonada y con sus maderos se construyó el Fuerte Navidad, primer asentamiento español en América.

La Pinta

Se construyó en los astilleros de Palos. La eligió Martín Alonso Pinzón como nave para acompañar al famoso almirante Cristobal Colón. Su peso era de 60 toneladas y tenía 24 hombres a bordo. Fue la más rápida de las 3 y fue desde la que Rodrigo de Triana avistó tierra el 12 de octubre de 1492.

Fue usada también para traer las buenas noticias del descubrimiento de América o de, como se pensaba en ese momento, la nueva ruta hacia las Indias.

El 1 de marzo de 1493 atracaba en el puerto pontevedrés de Baiona, comandada por Martín Alonso Pinzón, que lo que hizo que dar las nuevas buenas noticias y enseñando los productos que encontró en estas tierras.

La Niña

La capitaneaba Vicente Yáñez Pinzón y con el propietario Juan Niño, arribó a América donde transportó una tripulación de 26 hombres. Su peso era de 50 toneladas y contaba con 20 metros de eslora. Fue la que usó Cristobal Colón para su regreso a Palos, en donde terminó llegando el 15 de marzo de 1493.

Estas tres embarcaciones han pasado a la historia por ser las protagonistas de una de las mayores aventuras de la humanidad. Pero también deberá hacerlo el Puerto desde dónde salieron. Podemos visitar el lugar del que partieron y del que se nos presenta del blog de los especialistas en viajes Barceló Guía: «Si bien el Muelle de las Carabelas se encuentra en la ribera del río Tinto, ese no es el lugar original donde se ubicaba el antiguo puerto de Palos desde donde salieron las carabelas de Colón en 1492. La ensenada donde se ubicaba la rada retrocedió hasta desaparecer y donde antes había un puerto ahora es tierra firme. Allí se encontraron en 2014 los restos del puerto medieval, cuya ubicación se desconocía hasta aquel entonces. El lugar está junto al casco urbano de Palos, donde la excavación arqueológica ha descubierto ruinas que van desde hornos hasta una lota (aduana). De lo que no queda rastro, o al menos no se ha descubierto, es de los astilleros donde se construyó la carabela Niña. Al tratarse de una estructura de madera, se entiende que sus restos no han sobrevivido al paso del tiempo».