Alerta sobre esto que haces con el papel de aluminio: tu salud está en peligro
Estos son los riesgos asociados con la lixiviación de aluminio durante la cocción
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El papel de aluminio es un utensilio muy utilizado en la cocina, especialmente en la preparación de alimentos en el horno. Su versatilidad y capacidad para retener la humedad y los sabores mientras cocina los alimentos a temperaturas altas lo han convertido en un gran aliado. Sin embargo, su uso no está exento de debate, especialmente en relación con sus posibles implicaciones para la salud. Los expertos en salud alimentaria señalan que el uso del papel de aluminio en determinados tipos de alimentos podría tener riesgos potenciales. El aluminio, al ser un material reactivo, puede interactuar con ciertos alimentos, liberando partículas de metal en ellos. Este proceso se conoce como lixiviación, y es más probable que ocurra cuando el aluminio entra en contacto con alimentos ácidos, como tomates, cítricos o vinagre.
El uso del papel de aluminio a altas temperaturas puede incrementar el riesgo de liberación de pequeñas cantidades de aluminio en los alimentos, especialmente cuando se cocinan alimentos ácidos. Este elemento es seguro hasta 200 °C, siempre que no se use con alimentos ácidos. Sin embargo, a temperaturas más altas o con alimentos ácidos, el aluminio se puede filtrar, alterando el sabor y la seguridad del producto. Aunque en pequeñas cantidades no es perjudicial, la exposición prolongada o excesiva se ha asociado con problemas de salud, como enfermedades neurodegenerativas y trastornos del sistema nervioso.
Alerta por el uso de papel de aluminio
Un estudio publicado en ScienceDirect investigó más a fondo los riesgos asociados con la lixiviación de aluminio durante la cocción. En este estudio, se utilizó carne picada y se prepararon seis soluciones alimenticias diferentes utilizando salsa de tomate, vinagre de manzana, ácido cítrico, sal y especias. El objetivo era estudiar cómo el aluminio se filtraba en los alimentos durante la cocción.
Los resultados fueron alarmantes. La cantidad de aluminio liberado durante la cocción fue considerablemente más alta cuando los alimentos eran ácidos o contenían especias. Esto se debió a que el aluminio reaccionó con los componentes ácidos de los alimentos, liberando partículas de metal en las soluciones alimenticias.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) consideró que los valores obtenidos en el estudio eran inaceptables, ya que el consumo excesivo de aluminio podría tener efectos perjudiciales para la salud. Los investigadores concluyeron que, aunque el papel de aluminio puede ser útil para envolver y almacenar alimentos, no debería usarse para cocinar alimentos ácidos o con alto contenido en especias debido al riesgo de lixiviación.
Según el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), un adulto promedio consume entre siete y nueve miligramos de aluminio al día a través de la dieta, pero la mayor parte de este metal es eliminada de manera natural a través de las heces y la orina. El problema surge cuando el aluminio se acumula en el cuerpo debido a la exposición prolongada. Aunque la cantidad que se ingiere a través del uso ocasional del papel de aluminio es baja, los expertos alertan sobre los efectos acumulativos.
La ingesta excesiva de aluminio ha sido vinculada a enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer y la demencia. A pesar de que no existe una evidencia científica concluyente que demuestre una relación directa entre el uso del papel de aluminio y estas enfermedades, se recomienda moderar su uso en ciertos contextos, especialmente cuando se cocinan alimentos ácidos.
El papel de aluminio no es la única fuente de exposición al aluminio en la vida diaria. Otros productos de consumo como los cosméticos, los antitranspirantes, los medicamentos y los alimentos procesados también contienen aluminio en distintas cantidades. Según Jessica Gavin, una científica certificada en seguridad alimentaria, solo un pequeño porcentaje del aluminio que consumimos proviene de utensilios de cocina como el papel de aluminio.
Principales recomendaciones
A pesar de las preocupaciones sobre la lixiviación de aluminio, la mayoría de los expertos coinciden en que el papel de aluminio es seguro para su uso en la mayoría de las preparaciones de cocina diarias, siempre y cuando se sigan ciertas pautas de seguridad. Teniendo en cuenta que el aluminio puede reaccionar con alimentos ácidos como tomates, cítricos y vinagre, es mejor evitar el uso de papel de aluminio cuando se cocinan estos alimentos.
Por otro lado, el papel de aluminio es ideal para envolver alimentos y almacenarlos en la nevera o el congelador, ya que ayuda a conservar su frescura. Sin embargo, cuando se cocina, se debe tener cuidado con las temperaturas y los alimentos con alto contenido ácido.
No utilizar a temperaturas extremadamente altas: el uso del papel de aluminio en temperaturas superiores a 200 °C puede aumentar el riesgo de lixiviación de aluminio, por lo que es recomendable limitar su uso a temperaturas más bajas, especialmente cuando se cocinan alimentos sensibles.
En resumen, aunque el uso ocasional del papel de aluminio no representa un gran riesgo, se recomienda moderar su uso, sobre todo con alimentos ácidos, para evitar la acumulación de aluminio en el cuerpo.
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