Curiosidades
España

Adiós a las barbacoas: esta prohibición avanza por España y podría arruinar tu verano

  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

Con la llegada del buen tiempo, muchas personas recuperan costumbres asociadas a la vida al aire libre. Compartir una comida con amigos o familiares en el patio, la terraza o el balcón se convierte en una de las escenas más repetidas durante esta época del año. Sin embargo, esta imagen tan habitual está cambiando en algunas ciudades españolas. Las autoridades están empezando a limitar seriamente ciertas prácticas que, aunque populares, suponen un riesgo para la convivencia y la seguridad. Uno de los ejemplos más claros es la reciente oleada de prohibiciones que afectan directamente a las barbacoas en espacios exteriores privados, como terrazas, balcones o azoteas.

En Barcelona, el Ayuntamiento ha empezado a restringir cualquier cocción al fuego en viviendas que se encuentren en bloques de pisos o zonas densamente pobladas. El motivo principal no es otro que prevenir incendios y evitar molestias a los vecinos. A pesar de que encender una barbacoa puede parecer una actividad inofensiva, las autoridades consideran que el riesgo supera los beneficios, especialmente en verano.

La ciudad donde las barbacoas están prohibidas

Durante años, encender una barbacoa en la terraza para compartir con amigos, era una escena habitual en Barcelona. Sin embargo, el aumento de incendios, las quejas vecinales y una mayor sensibilidad medioambiental han empujado al Ayuntamiento a endurecer la normativa sobre el uso del fuego en zonas urbanas.

Aunque pueda parecer reciente, la base legal para esta prohibición no es nueva. En la capital catalana, el marco normativo ya existía desde 1995 a través del Decreto 64/1995, que prohíbe el uso de fuego en terrazas, azoteas o balcones de edificios residenciales. A esta normativa se han sumado nuevas ordenanzas municipales, revisadas en 2024, con el objetivo de reforzar su cumplimiento.

Estas normas establecen que está terminantemente prohibido encender fuegos en cualquier tipo de espacio exterior privado que no esté debidamente acondicionado. Es decir, no se pueden utilizar barbacoas de carbón o leña, ni tampoco realizar cocciones que impliquen llama viva o combustión abierta. Aunque sí se podrían usar alternativas menos contaminantes como barbacoas eléctricas o de gas, el sentido general de la legislación es claro: evitar riesgos innecesarios para los vecinos y el entorno.

Motivos detrás de la prohibición

Las razones que sustentan esta normativa son múltiples. Por un lado, se busca minimizar el riesgo de incendios, especialmente durante la temporada más seca del año. Desde el 15 de marzo hasta el 15 de octubre, cualquier uso de fuego al aire libre queda estrictamente prohibido, incluso en espacios donde, fuera de este periodo, podría permitirse bajo ciertas condiciones.

Pero el peligro no es sólo material. Los humos, las cenizas, los olores persistentes o los ruidos que acompañan a este tipo de celebraciones pueden llegar a considerarse elementos que perturban la convivencia. Desde la perspectiva de la administración, se trata de una medida preventiva que prioriza el bienestar común frente a los intereses individuales.

Sanciones económicas y consecuencias legales

Uno de los aspectos que más llama la atención de esta normativa es el régimen sancionador que la acompaña. Las multas pueden alcanzar los 500 euros, una cifra nada despreciable para quienes simplemente querían pasar una tarde en compañía disfrutando de una comida al aire libre.

No es necesario que se produzca un incendio o un incidente grave para que se imponga la sanción. Basta con que la policía local detecte la presencia de humo, fuego o incluso molestias relacionadas con olores o ruido para que se inicie el procedimiento. En muchos casos, ni siquiera hace falta una denuncia vecinal, ya que las patrullas municipales realizan inspecciones regulares durante los meses de mayor riesgo.

Excepciones que contempla la normativa

Cabe destacar que existen ciertas excepciones en zonas residenciales como urbanizaciones o casas aisladas. En estos casos, se permite realizar barbacoas siempre que se cumplan requisitos muy estrictos. El más importante es que se utilice un matachispas, un dispositivo diseñado para evitar que se escapen materiales incandescentes.

Además, la barbacoa debe estar ubicada en un espacio cerrado por al menos tres paredes y situado a más de 500 metros de cualquier terreno forestal. Estas condiciones intentan reducir al mínimo el riesgo de propagación en caso de que el fuego se descontrole. Aun así, incluso en estos contextos, la recomendación general es evitar el uso del fuego en exteriores durante los meses críticos.

Como suele ocurrir con todas las normativas que afectan al ámbito privado, la medida ha generado opiniones encontradas. Para algunos ciudadanos, estas restricciones suponen un control excesivo sobre lo que se puede o no hacer dentro del propio hogar. Sienten que se limita su libertad y su derecho a disfrutar de actividades tradicionales que forman parte de su identidad cultural.

Para otros, en cambio, se trata de una medida responsable y coherente con la realidad climática actual. Los incendios forestales se han vuelto más frecuentes y destructivos en los últimos años, y muchas veces tienen su origen en descuidos aparentemente inofensivos.