Cultura

‘Sueño de una noche de verano’: Mela Lenoir e Ignasi Vidal protagonizan el musical rock de William Shakespeare

Otra de Shakespeare y tal… Bueno, a ver. Los clásicos lo son por alguna razón y no es que hoy no haya quién compita con ellos, pero convendremos todos en que si el bardo inglés lleva cinco siglos largos revisitado como referencia para toda pasión humana debe de ser porque las plasmó en un lenguaje universal y atemporal. Que la suya es lo más parecido a una escritura revelada, la sagrada biblia de la dramaturgia popular.

Llega este martes 4 de septiembre un montaje loco del ‘Sueño de una noche de verano’, con sus duendes saltarines, sus hadas con plumas y —esta vez— con guitarras distorsionadas en el escenario para dar la réplica a los pobres enamorados a los que el teatrero popular siempre pone en solfa.

Shakespeare ha quedado, permanece mejor dicho —disculpen—, como el eje del abanico del que deriva todo el teatro posterior. Y este montaje original, que viene de arrasar en Buenos Aires, es la carta de presentación de la productora argentina The Stage Company que, de la mano del Grupo Marquina levantan un escenario onírico montado todo él con material reciclado.

Sobre las tablas, una banda de rock argentino —leyendo los pentagramas de Javier Jiménez Zapiola– y 12 actores —a las órdenes de Carla Calabrese y Sebastián Prada— dan vida a los cuatro enamorados y al grupo de actores aficionados que se topan con un mundo soñado que entonces nadie supo bautizar como realismo mágico, por eso William es un clásico.

Shakespeare nunca escribió para las élites, sus libretos se representaban en corralas llenas de excrementos, paja y coles arrojadas a la cara del elenco si, otra vez, el autor se había adelantado demasiado a su tiempo. Al escritor del vulgo, clásico del teatro popular, se le suma esta vez la música que, como él, mejor ha sabido adentrarse en las emociones de las masas, el rock. Y la simbiosis dota de una dimensión nueva al texto. Para rematar, las ocho semanas que la función tomará el Teatro Príncipe de Madrid venden butacas a precios más que populares, un extraño en los grandes montajes de Madrid, una oportunidad inexcusable.

Mela Lenoir, Ignasi Vidal y Carla Calabrese, durante le entrevista con OKDIARIO. (Foto: E. Falcón)

OKDIARIO ha reunido a dos de los protagonistas, Mela Lanoir (Titania) e Ignasi Vidal (Oberón) con la directora, Carla Calabrese a conversar sobre las tablas mientras se recogían las cajas de uno de los últimos ensayos. Ocupen su localidad:

PREGUNTA.– ¿Qué tiene de especial este musical, éste en concreto?

MELA LENOIR.– Que está Ignasi…

CARLA CALABRESE.– Lo más especial es que es una manera de ver un clásico que no es para nada común, y con música digamos de una manera jamás imaginada. Con mucho rock y mucho humor. Estamos recuperando una historia que fue magistralmente escrita y que tiene un montón de vigencia… Respetamos muchísimo la historia original y le pusimos una escenografía increíble, una música espectacular, unos actores talentosísimos.

M.L.– …tiene una impronta más rockera y creo que eso la hace más relajada y más actual. Como decía Carla, la recuperamos y la volvemos más cercana a nuestro lenguaje cotidiano y… moderno, digamos.

C.C.– Yo creo que a veces vemos clásicos y es muy fácil hacerlos mal, porque uno tiene ese preconcepto de la estructura del clásico… Shakespeare escribía para la gente, para el pueblo. No escribía para ninguna élite, ni para gente super culta. Así que estamos volviendo a la esencia del clásico y, encima, con una música lindísima.

IGNASI VIDAL.– A mí lo que más me sorprendió desde el inicio fue lo bien que se cuenta una historia que ya está tan bien contada de por sí. Y lo bien que se ayuda de las canciones. Cuando me hablaron del proyecto de ‘Sueño de una noche de verano’, que es algo tan bien escrito y tan bien entendido… ¿cómo se adaptan unas canciones del estilo que sea? El peligro está en que a veces las canciones puedan entorpecer el ritmo de una historia que ya está perfectamente contada. Sin embargo aquí ayuda a que la historia corra hacia delante. Y eso es lo que yo resaltaría del montaje.

P.– Y siendo rock, ¿de alguna manera implicáis al público?

I.V.– ¡Si no fuera rock, yo no estaría!

C.C.– Lo que hacés es acercar un poco al público con la música a la que está acostumbrada y que le gusta a la mayoría de la gente. Y la música hace hace todo lo que hacen los musicales. Implica transiciones, pasos del tiempo… hay un montón de recursos que en una obra de texto se pierden… En el musical tenemos muchos más recursos para contar, y ¡estamos convencidos de que a Shakespeare le encantaría verla!

M.L.– …y que resuena en la gente, ¿no? Yo creo que la gente va a estar moviéndose en la butaca.

Mela Lenoir e Ignasi Vidal, protagonistas de ‘Sueño de una noche de verano’ en el Teatro Príncipe de Madrid. (Foto: E. Falcón)

P.– ¿Y por qué la aventura de traerla a España?

C.C.– Eso fue una sorpresa. Gente de la producción española la vieron en Buenos Aires, les encantó, y nos sugirieron venir y coproducirla aquí… ¡y nosotros entusiasmadísimos! Imagina… Le hicimos modificaciones a la estructura base que tuvo mucho éxito en Buenos Aires. El autor de la música, Javier Jimenez Zapiola, hizo canciones extra para sumar a esta apuesta.

P.– Sabéis que el rock argentino tiene fama de ser el que mejor ha logrado llevar ese estilo musical a la lengua castellana…

C.C.- Sabemos que el rock argentino tuvo una época buenísima…

M.L.– [Señala a Ignasi Vidal] Y él, aunque es español, ¡cuando canta no lo podemos creer!

I.V.– Claro… aquí sólo deberíamos cantar flamenco… [risas y codazos] A mí lo que me gusta es la aventura de presentar un espectáculo de creación. Estamos muy acostumbrados en España a las franquicias, a los espectáculos que vienen ya hechos de fuera, muy conocidos y montados… Esto es una experiencia, es una incógnita, no sabemos lo que va a suceder. Es un atrevimiento también…

M.L.– …y la gente tampoco sabe. Eso está bueno.

I.V.– ¡Claro! A veces, cuando hablo con algún amigo me dice ¿y la música es original? ¡Sí! Deberíamos estar mas acostumbrados al producto original, dar oportunidad a creadores nuevos, a propuestas….

P.– Pero en España es más fácil triunfar con un montaje que venga precedido de fama internacional, montajes históricos…

I.V.– …claro, pero a mí nunca me gustó lo fácil. ¡Nunca! Y además porque en España se hace muy buen musical original, pero en Madrid no tiene cabida. ésta es además una pieza que yo recomiendo especialmente a los amantes del rock. No porque suenen las guitarras muy fuerte y esas cosas, que también. Porque yo, que soy un rockero confeso, en la música escucho tantas referencias a músicos que a mí me gustan… ¡Las veo, las siento! O sea, puedo decirte… no sé lo que ha escuchado el compositor de la música, pero sí te puedo decir lo que no ha escuchado. Eso es muy importante.

Los protagonistas y la directora de ‘Sueño de una noche de verano’ sobre el escenario del Teatro Príncipe de Madrid. (Foto: E. Falcón)

P.– El teatro musical, para vosotros, ¿como lo planteáis? ¿Hay más de teatro, más de musical? ¿Os sentís más actores, más cantantes?

M.L.– En mi caso particular, mi actriz tiñe a mi cantante y a mi bailarina. Es la que predomina, la actriz es la que está primera y es como la madre de todo. Obviamente, hay que estar preparado y desarrollado para las tres áreas. Y después depende de la inteligencia y el trabajo del actor para que sea completamente orgánica esa unión… Bob Fosse, que fue un referente de la comedia musical, decía que la música aparecía cuando la escena necesitaba más. Cuando ya las palabras no alcanzaban, aparecía la música. Y cuando ya la canción no era suficiente, aparecía la danza.

P.– Y entre tú y yo, ¿eso lo ves en este musical?

M.L.– Sí, sí, sí…

P.– ¿Y a ti te pasa también?

I.V.– Yo nunca me planteo esto… nunca me planteo en qué área me desenvuelvo mejor. Soy actor, soy cantante, soy embustero, me gusta el juego y el vino y tengo alma de marinero… No es una cosa que me preocupe y al público tampoco creo que le preocupe tanto.

Mela Lenoir bromea con Ignasi Vidal y Carla calabrese durante la entrevista con OKDIARIO. (Foto: E. Falcón)

P.– Pero hay musicales en que sí se notan los saltos…

I.V.– …pero eso siempre es culpa del director. Siempre, siempre… Haber escogido mejor, haber dirigido mejor. Yo nunca me planteo esto. Y el público viene a que le cuenten una historia, donde intervienen muchas cosas, no sólo las habilidades de los actores para ser buenos cantantes o buenos intérpretes, sino que la historia tenga un interés. Aquí tenemos un autor que es bastante reconocido, ¿no? [risas]

P.– ¿Por qué siempre Shakespeare?

I.V.– Porque es perfecto.

C.C.– Totalmente… Shakespeare aporta un porcentaje enorme. Shakespeare hizo una  radiografía de la conducta humana con la que es tan fácil de identificarse… Cuando uno se ríe de algo en escena es porque lo vive como propio en un montón de ocasiones. Y está magistralmente escrito. ¡Shakespeare es todo!

M.L.– Las emociones que vivimos nos vienen pasando hace siglos, con colores diferentes pero van a estar vigentes, porque él hablaba sobre el drama humano, de conflictos internos que tenemos hace miles y miles de años. Y él tuvo esa visión particular de poder rescatarlo tan magistralmente.

P.– ¿Y habéis revisado alguna de las producciones anteriores para inspiraros o tomar algo?

M.L.– Yo hace muchos años hice Hermia, cuando tenía 18 años… Y en esa obra decidí ser actriz.

P.– Ah, ¿sí?

M.L.– Pensé que iba a ser economista, y tal vez hubiese sido buena. Pero se me despertó una llama particular en esta obra ¡que tiene algo muy mágico! Es una de las obras más oníricas de Shakespeare, es una comedia y habla sobre este mundo mágico de duendes y hadas. Y uno dice ‘¿cómo para adultos este mundo tan mágico?’ Pero es que nos remite a ese mundo onírico que todos tenemos adentro. No lo puedo explicar… en ese momento dije ¡ah, no claro, voy a ser actriz! Vino el hadita y me hizo ¡pin! Y aquí estoy. En Madrid. No me lo puedo creer…

I.V.– Yo he visto otros dos montajes más, hace muchos años. Pero un musical así, no recuerdo que se haya hecho nunca. Además es que me gusta particularmente Shakespeare. Bueno, es un poco ridículo decirlo, es como decir ‘me gustan los Stones’… Claro, ¿cómo no te van a gustar los Stones?

C.C.– Yo sí vi puestas en escena anteriores, pero ninguna tan linda como ésta. Siempre soñé con hacer esta obra y hacerla así de linda como está. Pero la verdad es que nunca podría haber soñado con mejores actores como los que tengo y el resto del elenco… estoy muy feliz. Estoy segura de que les va a gustar.

Mela Lenoir e Ignasi Vidal, protagonistas del musical rock ‘Sueño de una noche de verano’. (Foto: E. Falcón)

P.– Una pregunta para los actores. ¿Se puede vivir de esto? Y me refiero a competir en los castings, estar guapo, salir a escena, girar por aquí y por allá… Todo eso, ¿se puede vivir? No sólo en lo económico, me refiero a vivir.

M.L.– Yo creo que ser actriz es una carrera de resistencia. Es de alto compromiso… No es tan glamouroso como todo el mundo cree que es. Y exige mucho trabajo y sacrificio… no sé cómo lo sentís vos…

I.V.- ¡No! Que me hace mucha gracia que me digas que ‘no es tan glamouroso como todo el mundo cree’ con esas plumas ahí…

M.L.– Y la comedia musical exige un nivele salud muy exigente.

I.V.– Bueno, yo he vivido de esto. Así que ¡qué te voy a decir! Claro que se puede. Bueno, de hecho llevo años escribiendo un futuro libro sobre mi experiencia de todos estos años dentro del musical. Y lo que sí es cierto… Glamouroso a lo mejor es. Uno, depende de para quién, pero lo que sí que desconoce el público es el tremendo esfuerzo que hacen los profesionales que se dedican al teatro musical. Es una carrera bastante dura y es verdad que generalmente he disfrutado más del teatro cuando no he hecho musicales que cuando los he hecho…

M.L.– Pero somos humanos ¿Vos lo haces todo perfecto siempre?

I.V.– A mí me sale bastante bien siempre [risas]

P.– Vais a estar aquí un par de meses, ¿no?

C.C.– Sí, hasta mediados de noviembre, por ahora. Pero creemos que nos vamos a quedar más tiempo. La función va a funcionar muy bien, funcionará el boca a boca…

P.– Tenía una pregunta más, que iba más para ti, Mela. Has hecho todos los palos… y hablábamos de si se puede vivir de esto, el teatro lo difícil que es. ¿No es mejor pillar una buena serie?

I.V.– Si te llaman, sí, claro.

M.L.– Para mí son lenguajes completamente diferentes, cada uno me supone un desafío que me gusta particularmente. Cine es como fórmula 1: de cero a cien en ‘acción’, dos segundos… Pero el teatro es mi primer amor. ¡Y es el más sacrificado de todos! Pero es el que más me gusta hacer. Y hay algo que es particularmente… que es el rapport con el público, que es inigualable, que no se da en cine, que no se da en tele, de la forma que se da en teatro. Y para mí el teatro se construye fundamentalmente con el público, y eso hace que cada función sea diferente. Me afecta completamente la energía del público. Son una entidad que funciona con una energía que te modifica. Y esa comunión, que viene sobreviviendo hace tantos miles de años, desde la época de ‘Guillermo’, es única. No me imagino no haciéndolo.

C.C.– ¡Es actriz!