Cultura

Los museos de Berlín emplean a refugiados como guías para su integración

Mohamed al Subeeh era restaurador de arte cuando dejó su hogar en Siria, huyendo de los bombardeos que han arrasado la provincia de Idleb, para refugiarse en Alemania.

Hoy, este sirio de 64 años ejerce como guía especial para los grupos de refugiados en el museo Bode de Berlín, a orillas del río Esprea.

En su recorrido puede mostrar a los visitantes una de las obras más importantes del museo: un majestuoso mosaico italiano que data del Imperio Bizantino.

«Yo amaba mi trabajo en Siria. Poder ser guía aquí, es un poco como recuperar parte de mi antigua vida», explicó a la agencia AFP, precisando que se lanzó en cuanto supo que la red estatal de museos de Berlín buscaba incorporar refugiados como guías.

Al Subeeh, que llegó a Alemania en agosto de 2015 tras una odisea de 23 días en los que tuvo que cruzar el Mediterráneo en un bote inflable, no termina de creer la suerte que tuvo de trabajar en un museo alemán.

La idea fue de la Fundación del Patrimonio Cultural Prusiano (SPK), que pensó en armar este programa después de que Alemania acogió el año pasado a 1,1 millones de demandantes de asilo.

En total 19 afortunados pudieron hacer las visitas guiadas, que además también son impartidas por refugiados.

Museo de Pérgamo de Berlín. (Foto: Getty)

«Es un poco como volver a casa»

«También hemos aprendido a captar la atención de la gente, para evitar que se aburran durante la hora que dura la visita», dijo contenta Kefah Ali Deeb, una opositora al régimen de Bashar al Assad, que en su país estuvo presa en cuatro oportunidades.

Ahora, se pasea en los pasillos del Museo del Pérgamo, el más prestigioso de la capital alemana. El centro cuenta con una importante colección sobre Mesopotamia.

Kefah valora mucho poder estar en contacto con otros sirios y con iraquíes para hacerles descubrir su propia cultura.

Desde diciembre, más de 3.000 refugiados han participado en estas visitas que mezclan elementos de la historia de sus países de origen con la de Alemania.

Cada visita da el acceso a una colección: el museo de Arte Islámico, el museo de Antigüedades de Medio Oriente, el museo de Arte Bizantino, el museo de Historia Alemana o la Colección de Esculturas, que están en la isla de los Museos de Berlín y en los alrededores.

«Esto me gusta mucho. Para mí es importante ver todo el arte, los colores, los materiales, todo lo que hay aquí. Es un poco como volver a casa», dijo entusiasmado Shadi Zayab.

La iniciativa ha sido tan popular que los organizadores piensan ampliar el programa para incluir «talleres interculturales, para que el público berlinés también pueda participar».