'Criando Ratas' se ha estrenado de manera gratuita y totalmente accesible en el portal de vídeo Youtube

Carlos Salado actualiza con ‘Criando Ratas’ el cine ‘quinqui’ de los años 80 a la era de youtube

'Criando Ratas'
Parte de los protagonistas de 'Criando Ratas', una historia 'neoquinqui' que reedita el exitoso género de la Transición española.
Iñigo Artola
  • Iñigo Artola
  • Portadista. Redactor de cultura, internacional, política, sociedad y lo que haga falta. Devorador insaciable de series y películas.

El menudeo, los trapicheos, los ‘palos’ y vivir al filo de la ley es el día a día en los barrios deprimidos de las urbes.  Carlos Salado lo ha visto con sus propios ojos, de lo contrario, no hubiera podido dirigir ‘Criando Ratas’ como lo ha hecho. El resultado ha sido su primer «hijo» como cineasta. Una película cuyo realismo traspasa la pantalla y hace dudar al espectador si está ante un documental.

Con un presupuesto que no supera las cuatro cifras, y la constante vigilancia de la policía, ‘Criando Ratas’ entra en los barrios bajos de Alicante. En el rodaje, con más de ochenta localizaciones, participaron decenas de vecinos de la zona y de barrios limítrofes. Entre ellos los protagonistas de la película, jóvenes que han vivido en primera persona el narcotráfico, la droga y la cárcel.

El elenco protagonista al completo de ‘Criando Ratas’.

Su director, Carlos Salado, cineasta licenciado en la Ciudad de la Luz levantina y un amante confeso de la rumba, asegura que “entre los actores se han encontrado personas con gran carisma y sobre los que se ha despertado el amor por el cine”. A escasas semanas del estreno de la segunda parte de Trainspotting, una historia ‘quinqui’ británica al estilo Hollywood, este joven alicantino presenta una trama con similitudes al taquillazo de Danny Boyle, pero sin truco ni cartón, ni personajes ficticios. Realismo puro y duro.

«¡Qué asco de vida!»

A ritmo de una rumba que dice «¡pasa el canutito, pero ya, pásate la chusta, qué más da!» comienza ‘Criando Ratas’. Una melodía pegadiza que te zambulle de pleno en el ambiente y te coloca de buenas a primeras en el papel del protagonista. Los personajes de esta historia son los cimientos. Unos personajes que no son si no el reflejo ante la pantalla de personas con nombre y apellidos.

«¿Quién nos sacará de esta ruina, hermano? Tanta mierda…para sacarnos 10 euros. ¡Qué asco de vida!» dice ‘el Pistolica’ sentado en la piedra de un parque con una camiseta de tirantes desgastada. Una reflexión que resume a la perfección ‘Criando Ratas’ y que viene en boca de un niño de 13 años, que te podría camelar con su voz ronca y su mirada magnética. Un joven que a su corta edad ya es capaz, con la experiencia de quien ha vivido muchas cosas, de juzgar su entorno.

A pesar de que el elenco en su conjunto lo es todo en ‘Criando Ratas’, Ramón Guerrero es el epicentro de la trama. La carrera de este cocainómano, apodado ‘El Cristo’, entre búlgaros ciclados y droga robada a golpe de machete se expone con fuerza y honestidad. La honestidad que le da Guerrero, el actor que, en gran parte, le ha donado su propia historia a su amigo Salado para que se convierta en ‘Criando Ratas’. La película tardó en rodarse 6 años porque, entre otros problemas, Guerrero entró en prisión.

Ramón Guerrero, interpretando a ‘el Cristo’. Foto: Criando Ratas

Quien ve ‘Criando Ratas’, película completa insertada en esta mista noticia, se encuentra ante un documento cultural y refleja una problemática invitando a la reflexión. El propio Salado recalca que él no da lecciones a nadie solo siente la necesidad de contar, sin explorar los culpables o causantes, este tipo de historias.

La reedición del cine ‘quinqui’ de la Transición

Carlos Saura, Eloy de la Iglesia o José Antonio de la Loma son nombres que enseguida se pueden relacionar con el trabajo de Salado. Las claras similitudes y su predilección por el cine ‘quinqui’ transforman ‘Criando Ratas’ en una reedición del género. Pero con los mismos elementos: actores no profesionales, ex presidiarios, enganchados, luz natural, historias semi biográficas, argot callejero…

Paco (José Luis Manzano) y Urko (Javier García) son los protagonistas de ‘El Pico’, una película dirigida por Eloy de la Iglesia que narra los estragos que causó la heroína a principios de los años 90.

Junto al cine que de la Transición española, Salado habla también de otra gran influencia en su trabajo, el cine ‘Dogma 95’. Una corriente que nació a primeros de los años 90 de la inconformidad de Lars Von Trier y Thomas Vinderberg. El ‘cine dogma’ exige el rodaje en escenarios reales, cámara en mano y prescindiendo de efectos especiales o cualquier retoque digital, entre otros ‘mandamientos’. Salado, con ‘Criando Ratas’, ha interiorizado a la perfección los ‘mandamientos’ defendidos por Von Trier para acabar con los cánones que se imponen en el cine, huyendo de cualquier artificio digital que maquille o manipule la realidad más pura. Por poner un ejemplo: a Ramón Guerrero, al igual que a ‘el Cristo’, le gusta el orujo «fresco».

Salado va un paso más allá y, alejándose de los circuitos marcados en la industria del cine, decidió no establecer un modelo de negocio para su primer trabajo como cineasta. Igual no recaudará los 225 millones de las antiguas pesetas que recaudó De la Iglesia con ‘El Pico’, pero ya ha alcanzado en visualizaciones al más de medio millón de personas que fueron a ver la cinta que narraba los estragos de la heroína en el Bilbao de 1983.

‘Criando Ratas’ está disponible al alcance de cualquiera en su canal de youtube. Un gesto que demuestra que el objetivo de esta cinta no es hacer caja, si no un trabajo que nace de la necesidad artística o voluntad de su director.

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