La menor abusada por el ex marido de Oltra busca trabajo en Catadau y está embarazada

• Ignacio Martínez
• VALENCIA
• Responsable de OKDIARIO en la Comunidad Valenciana
• • 15/02/2022 13:59
  • Actualizado: 15/02/2022 16:36

Teresa, la joven que cuando era menor fue abusada por el ex marido de la vicepresidenta primera y consejera de Igualdad y Políticas Inclusivas de la Generalitat Valenciana Mónica Oltra, está embarazada de 4 meses del que será su segundo hijo. Ya no reside en Torrevieja, sino en Catadau, en Valencia, en casa de un matrimonio mayor. Y tanto ella como su pareja buscan trabajo en esa localidad, donde ahora están llevando a cabo un arduo procedimiento para empadronarse.

«Su vida no es fácil». Así, define una persona muy cercada a Teresa el presente de la que, siendo menor, fue abusada por el ex marido de Mónica Oltra. La joven perdió su empleo en el hospital público de Torrevieja cuando entró a gestionar ese centro la Consejería de Sanidad valenciana, que dirige la socialista Ana Barceló. Por este motivo, reclama 25.000 euros de indemnización en una causa abierta en un juzgado de Alicante, que ya en su día fue admitida a trámite. Desde entonces, ni ella ni su pareja, que también trabajaba en el hospital y que también perdió su empleo, siguieron viviendo un tiempo en esa ciudad, pero la falta de recursos les llevó a irse.

Actualmente, según esas mismas fuentes, la joven se encuentra en Catadau (Valencia) donde vive junto a su pareja en la casa de un matrimonio mayor. Ella está embarazada de 4 meses, del que será su segundo hijo. Actualmente, tiene uno de 8 meses de edad. Teresa atraviesa serias dificultades para encontrar empleo y su pareja también. Y, ambos, tienen dificultades además para acceder a las ayudas y subvenciones. El motivo, según relatan las mismas fuentes es que están encontrando problemas para empadronarse en Catadau. Un requisito que dicen que les requiere el Ayuntamiento a pesar de que el lugar que habitan no es suyo ni son inquilinos, simplemente invitados.

Su último revés lo vivió hace algunas semanas, cuando hubo un conato de arrebatarle a su hijo bajo la justificación de que no podía mantenerlo. Finalmente, la amenaza parece haber pasado. Pero las estrecheces son máximas agravadas por la falta de cualificación profesional tanto de ella como de su pareja, pese a la buena disposición que ambos tienen para el trabajo. Pese a todo ello, la joven sigue informada de todo lo que ocurre relativo a su caso. Pero sus condiciones de vida están muy alejadas de los vaivenes políticos. Lo suyo es una lucha diaria por la supervivencia en unas condiciones muy complicadas.