Día de furia tras su despido: agrede al jefe y le obliga a viajar 500 kilómetros de Málaga a Benidorm

El día de furia de un trabajador, un español de 30 años, tras ser despedido, ha costado muy caro a su jefe, que fue supuestamente agredido, retenido y obligado a viajar contra su voluntad y en su propio vehículo desde Canillas de Aceituno, en la provincia de Málaga, hasta que pudo escapar en una estación de servicio en la localidad alicantina de Villajoyosa, junto a Benidorm, aprovechando un descuido de su presunto captor, según la Policía Nacional.

Un trayecto de más de 500 kilómetros, que el empresario cubrió con el rostro ensangrentado y lleno de moratones hasta que consiguió escapar. Al detenido se le halló en una mochila un cuchillo de caza y una navaja plegable. Se le imputan tres presuntos delitos: detención ilegal, lesiones graves y atentado a agente de la autoridad. Ha sido puesto a disposición del Juzgado de Guardia de la localidad alicantina de Villajoyosa.

Los hechos se precipitaron cuando el empresario comunicó al supuesto agresor su despido como peón agrario. Según el relato policial, el hasta entonces empleado pidió a su jefe que le llevara hasta su casa, porque portaba una motosierra y pesaba mucho.

Sin embargo, durante el trayecto, el despedido pidió de forma violenta a su ya ex jefe que detuviera el vehículo y, según la Policía, comenzó a golpearle. Lo consiguió sacar del turismo y ponerse a los mandos. En ese momento, puso rumbo hacia Alicante.

Pero tuvieron que parar a repostar. En concreto, en una estación de servicio del término municipal de Villajoyosa, una localidad de la provincia de Alicante, en la comarca de la Marina Baja, pegada a Benidorm, para lo que supuestamente el presunto agresor pidió dinero a su víctima y bajó del vehículo. Fue entonces cuando el empresario retenido aprovechó para arrancar el coche y huir, porque llevaba en la guantera otra llave de repuesto para el propio vehículo en que se encontraba.

El empresario se dirigió entonces a otra estación de servicio, ya en Benidorm, donde pidió auxilio. Hasta el lugar, llegaron varias patrullas policiales de Seguridad Ciudadana y una ambulancia, cuyos sanitarios atendieron al herido, que presentaba el rostro lleno de sangre y moratones.