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Ola de calor

¿Por qué hay más olas de calor en el Mediterráneo?

Las olas de calor llegan a diferentes regiones del mundo de forma recurrente. ¿Hay más olas de calor en el Mediterráneo?

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  • Francisco María
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Los veranos son cada vez más secos e intensos y las olas de calor más comunes, al menos para algunos países del sur de Europa, así como también para la cuenca mediterránea. De hecho, ésta última se considera un hot spot, en español, un punto caliente, por lo que se trata de uno de los lugares en los que la sequía tendrá un mayor impacto. ¿Realmente hay más olas de calor en el Mediterráneo? Aquí te lo contamos.

Olas de calor en el Mediterráneo

Las olas de calor son fenómenos cada vez más comunes en los veranos de Europa, especialmente para los países que conforman el sur de Europa. Sin embargo, más allá de un posible impacto por el cambio climático, se trata de un fenómeno completamente natural y un claro indicativo de la falta de humedad en el ambiente.

Este fenómeno considerado como extremo o una ola pico de calor dentro de las altas temperaturas del verano, han estado presentes en muchos de los últimos años. La razón detrás del por qué este fenómeno es tan común en Europa es mucho más simple de lo esperado y está estrechamente relacionada con la humedad del ambiente.

La cuenca del Mediterráneo y los países que conforman el sur de Europa están ubicados en una transición entre los subtrópicos secos, como es el caso del desierto del Sahara y otras zonas que son considerablemente húmedas. De ahí que las temperaturas tan elevadas que caracterizan al verano, provoquen que las precipitaciones se evaporen rápidamente.

Es, justamente por lo anterior, que la humedad natural que se debe mantener en el suelo dependa de forma directa de la frecuencia y fuerza de las lluvias que se generan durante la primavera. Cuantas más lluvias consistentes se generen en esta temporada, menos probabilidades de que se generen olas de calor durante el verano.

Primavera seca, olas de calor en verano

Sin lugar a dudas, en función de lo seca que sea la primavera, mayores probabilidades de olas de calor más extremas durante el verano. Esto se debe a que, al no haber precipitaciones consistentes durante la primavera, el suelo está mucho más seco, por lo que no hay suficiente agua que se pueda evaporar, lo que a su vez resulta esencial para regular mejor las altas temperaturas del verano.

Como consecuencia de lo anterior, la energía del sol aumenta de forma progresiva la temperatura del aire y, por otro lado, la entrada de agua a las diferentes capas de aire que se encuentran cerca de la superficie, disminuye. El resultado es un ambiente mucho más seco, lo que también reduce de forma significativa las probabilidades de precipitación. Y tú, ¿crees que haya otros factores que incidan en las olas de calor del verano?