KELT-9b, el primer exoplaneta repleto de titanio y hierro

KELT-9b, el primer exoplaneta repleto de titanio y hierro
KELT-9b, el primer exoplaneta repleto de titanio y hierro

Llevamos años descubriendo exoplanetas, es decir, mundos fuera del Sistema Solar y más allá de la órbita de Plutón, el Cinturón de Kuiper e incluso la lejanísima Nube de Oort. Sin embargo, a estas distancias tan extraordinarias es complicado saber cómo son exactamente, aunque se pueden dilucidar ciertas condiciones, como ha sucedido con KELT-9b, el primer planeta conocido fuera de nuestro vecindario cósmico que contiene gran cantidad de hierro y titanio.

Sea como fuere, esta no es una gran noticia para su habitabilidad. De hecho, es el exoplaneta más caliente de cuantos se conocen hoy en día, a pesar de su gran contenido en materia orgánica, pero no será capaz de reunir condiciones para la vida.

Y es que este mundo es un verdadero monstruo. Es conocido como un Júpiter ultracaliente por su elevadísima temperatura. Además, triplica la masa de nuestro gigante gaseoso vecino y duplica su diámetro, o sea, es un monstruo enorme.

Este exoplaneta ubicado en la constelación de Cygnus a unos 620 años luz de la Tierra está más caliente incluso que algunas estrellas, de ahí que esta noticia, pese a ser positiva, tiene muchos matices.

KELT-9b, el gigante ultracaliente

Según las investigaciones realizadas en este planeta y llevadas a cabo por el astrofísico Kevin Heng, esta clase de mundos son muy parecidos a estrellas y pueden alcanzar hasta 4000 grados Celsius.

Curiosamente, han sido precisamente estas elevadas temperaturas las que han permitido que se localice el titanio y el hierro de la atmósfera del exoplaneta. Y, pese a que el hierro es muy abundante en el universo, no es fácilmente localizable, especialmente en ambientes fríos. Sin embargo, en localizaciones con alta temperatura, este material no se condensa en la atmósfera, lo que permite que sus átomos se esparzan.

Nuca se había localizado hierro en forma atómica más allá del Sistema Solar. Así que, ahora, casi por casualidad, y mientras buscaban hidrógeno en la atmósfera del planeta, se ha podido analizar este material a más de 600 años luz de la Tierra.

Este hallazgo no será suficiente para encontrar signos de vida en este mundo tan caluroso. Sin embargo, los investigadores tienen intención de realizar un inventario químico del exoplaneta que sirva para conocerlo mejor. Si están en lo cierto, lo más normal es que encuentren más metales y tormentas de una enorme violencia. Es todo cuanto sabemos hasta ahora, pero es una prueba más de los enormes avances astronómicos de los que estamos siendo testigos en los últimos años.

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