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Increíble pero real: la oruga que devora a sus presas y se viste con los huesos de su presa para camuflarse

  • Gemma Meca
  • Licenciada en Historia, máster en Periodismo y Comunicación Digital. Redactora en Ok Diario. Cuento historias, soy amante de los astros, sigo a la luna, los TT de Twitter y las tendencias en moda. Experta en noticias de consumo, lifestyle, recetas y Lotería de Navidad.

Hay una oruga que devora a sus presas y se viste con los huesos de presas para camuflarse de cualquier amenaza. La naturaleza puede llegar a sorprendernos de una forma que quizás hasta la fecha. Los animales pueden ser seres especialmente increíbles, en especial si tenemos en cuenta que en la mayoría de los casos desconocemos si comportamiento de tal forma que debemos empezar a descubrirlo gracias a los avances científicos y a las publicaciones que no dejan de sorprendernos.

Todo el mundo que nos rodea está repleto de detalles que pueden acabar siendo los que marquen una diferencia importante. Cada nuevo elemento que vemos en esta naturaleza que casi parece infinita nos hace pensar más y más en un universo que puede ser infinito. En muchos sentidos, nos enfrentamos a una serie de elementos que pueden ser claves y que en cierta manera acabarán siendo esenciales en este momento. Hay una simple oruga que parece que responde a una serie de elementos que pueden acabar siendo los que marque un antes y un después en unos días cargados de actividad.

Es increíble pero real

La ciencia ficción acaba siendo la que marque un antes y un después de la mano de algunos elementos que pueden acabar siendo los que nos acompañen en unas jornadas cargadas de actividad. Tocará ver qué es lo que nos depara un destacado cambio que puede acabar siendo el que nos haga reaccionar a tiempo.

Los cambios en la naturaleza, las estrategias que tienen cada uno de los animales con los que convivimos en este planeta para sobrevivir. Quizás nos acaben sorprendiendo, representando uno de los puntos más increíbles de este rincón del universo en el que todo puede ser posible.

Lo real puede acabar siendo imposible, por lo que, la historia de este pequeño animal puede acabar siendo la que nos marque de cerca. Con una estrategia para sobrevivir y acabar con sus presas, digna de un guion de Hollywood. Sin duda alguna, el comportamiento de este animal puede acabar siendo el que nos haga reaccionar a tiempo.

De la mano de una serie de elementos que pueden acabar siendo los que nos presenten a un ser que puede dejarnos algunas sorpresas inesperadas, sin que nadie pueda dejar de quedarse en shock al comprobar que la naturaleza es más salvaje de lo que parece.

Devora a sus presas y se viste con sus huesos esta increíble oruga

Desde el medio especializado Discorver Magazine explican que:  «Suena como un montaje para una película de terror: una oruga caníbal carnívora escondida en las sombras de una telaraña y vestida con los restos de su antigua presa. Pero esta increíble especie, apodada la «colectora de huesos» y previamente desconocida para los biólogos, es real y vive en una pequeña sección de bosque en la isla hawaiana de O’ahu. Para el equipo de investigación de la Universidad de Hawái en Mānoa, este descubrimiento extremadamente raro estuvo en proceso durante 20 años y sorprendió a todos los involucrados. «No es solo inesperado, es inimaginable», dice Dan Rubinoff. «Esta oruga no estaba en el radar de nadie. Se nos ocurrieron tantas explicaciones alternativas para lo que estaba sucediendo».

Siguiendo con la misma explicación: «Esta nueva especie de oruga forma parte del género Hyposmocoma, un grupo antiguo y diverso que solo se encuentra en Hawái. Se estima que esta especie en particular tiene al menos seis millones de años de antigüedad y es extremadamente rara, con solo 62 observadas en el campo en los últimos 20 años. El estudio, publicado en Science, explica cómo todo sobre el coleccionista de huesos es único y sorprendente. Son carroñeros depredadores y oportunistas que cenan con insectos capturados y debilitados en telarañas, incluso a veces robando y comiendo la comida almacenada por la araña. Si no pueden subsistir con otros insectos, la oruga recurrirá a canibalizar a uno de los suyos. El nombre del coleccionista de huesos proviene del hecho de que las orugas se cubren a sí mismas y a su carcasa de seda en partes de insectos no comestibles. Estas partes no comestibles son sobras recogidas de su última comida o piezas de arañas que antes llamaban a su red compartida hogar, un proceso que Rubinoff describe como «decorar o morir». El macabro camuflaje es parcialmente responsable de por qué los investigadores han tardado 20 años en anunciar este descubrimiento. Al principio, creían que era una coincidencia que estas orugas estuvieran cubiertas de trozos de insectos, asumiendo que era solo un peligro de vivir en las telarañas. Sin embargo, después de años de observación, el equipo se confió en que este comportamiento no era accidental y que, de hecho, habían descubierto una nueva especie».