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El hallazgo clave de la ciencia que confirma lo que dice la Biblia: «La prueba más clara»

  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

Recientemente, un equipo de investigadores especializados en arqueología de la Antigüedad tardía ha hallado «la prueba más clara hasta la fecha» de la existencia y relevancia de la comunidad cristiana primitiva mencionada en los Hechos de los Apóstoles. El hallazgo tuvo lugar en la histórica ciudad de Listra, situada en la actual Turquía, y proporciona una evidencia directa de que la ciudad fue un punto de referencia muy importante en la predicación y expansión del cristianismo en Asia Menor.

La localización de los restos, cerca de la actual localidad de Hatunsaray, coincide con los datos geográficos mencionados en las Escrituras. La Biblia menciona explícitamente a Listra en varias ocasiones, por ejemplo: «Y llegando a Listra, estaba allí un cierto discípulo llamado Timoteo, hijo de mujer judía creyente, pero de padre griego», (Hechos 16:1).

Un nuevo hallazgo arqueológico que coincide con la Biblia

Durante la excavación, los arqueólogos hallaron los restos de una basílica de aproximadamente 30 metros de longitud, con características arquitectónicas típicas de la Antigüedad tardía. Los muros presentan elaboradas decoraciones y mosaicos dorados que sugieren que el edificio no sólo era un lugar de culto, sino un espacio social y comunitario para los habitantes de Listra.

Según los informes publicados por Arkeonews, estos restos demuestran que Listra contaba con una infraestructura organizada y próspera, capaz de sostener la vida religiosa y comunitaria del cristianismo primitivo. La riqueza de los materiales y la complejidad del diseño de la basílica indican que la ciudad era un centro urbano muy importante.

Listra, epicentro del cristianismo primitivo

Históricamente, Listra era una ciudad clave en la región de Licaonia, situada al sur de la parte central de Asia Menor, conocida en tiempos antiguos como Anatolia. Durante los primeros siglos del cristianismo, Listra destacó como un centro de mercado y predicación que albergaba cultos, estructuras de liderazgo y actividades religiosas documentadas en los Hechos de los Apóstoles, incluyendo los milagros de sanación de San Pablo y el nombramiento de Timoteo como líder de la iglesia local: «Y estaba sentado un hombre cojo de nacimiento, que nunca había andado. Éste oía hablar a Pablo; y Pablo, fijando en él los ojos, y viendo que tenía fe para ser sanado, dijo con voz alta: Levántate derecho sobre tus pies. Y él saltó y anduvo».(Hechos 14:8-10)

Los arqueólogos también encontraron artefactos que proporcionan un contexto más amplio sobre la vida cotidiana y las prácticas culturales de Listra: monedas, cuentas de piedra turquesa en tumbas infantiles y otros objetos que reflejan la espiritualidad y creencias de sus habitantes. Las cuentas turquesa, por ejemplo, se consideran talismanes protectores contra el mal de ojo.

Contexto histórico

Durante la dominación del Imperio Selyúcida (siglos XI-XIII), Listra mantuvo su importancia espiritual y cultural. Los hallazgos indican que la población cristiana local siguió viviendo bajo el dominio selyúcida, en un ambiente de relativa tolerancia. Partes de la basílica fueron reconvertidas en capillas más pequeñas, incorporando elementos romanos antiguos como estelas funerarias.

El arqueólogo Ilker Mete Mimiroglu, de la Universidad Necmettin Erbakan, explicó que el descubrimiento demuestra una convivencia pacífica entre las comunidades cristianas y musulmanas de la época: «partes de la basílica se convirtieron en capillas más pequeñas, reflejando cómo las civilizaciones adaptaron el mismo espacio sagrado Desde el milagro del hombre cojo hasta la gran basílica, Listra encarna siglos de devoción e intercambio espiritual».

Historia bíblica

Los apóstoles Pablo y Bernabé visitaron Listra varias veces durante sus viajes misioneros, especialmente tras su huida de Iconio, donde enfrentaban persecuciones por predicar el evangelio.  Durante su estancia en Listra, Pablo realizó varios milagros que quedaron registrados en los Hechos de los Apóstoles. Entre ellos destaca la sanación de un hombre cojo de nacimiento: «Y vio a un hombre cojo de nacimiento, que nunca había andado. Éste oía hablar a Pablo; y Pablo, fijando en él los ojos, y viendo que tenía fe para ser sanado, dijo con voz alta: Levántate derecho sobre tus pies. Y él saltó y anduvo», (Hechos 14:9-10).

Este milagro provocó que algunos habitantes confundieran a Pablo y Bernabé con los dioses Zeus y Hermes. Sin embargo, la influencia de líderes religiosos procedentes de otras ciudades logró que la multitud cambiara de opinión, llegando incluso a lapidar a los apóstoles y darlos por muertos, según relatan los Hechos 14:19-20.

Años más tarde, Pablo volvió a Listra. Los relatos de los milagros y la resistencia enfrentada por los apóstoles reflejan la dinámica social y religiosa de las ciudades de Asia Menor en el siglo I, donde la fe cristiana comenzaba a establecerse frente a tradiciones paganas y estructuras religiosas consolidadas.

El reciente hallazgo arqueológico en Listra no sólo respalda la exactitud histórica de los relatos bíblicos, sino que también refleja aspectos de la vida urbana, religiosa y cultural de la región durante la Antigüedad tardía y la Edad Media. La basílica muestra cómo la fe cristiana prosperó en medio de cambios políticos y sociales significativos.