El gigantesco cometa Bernardinelli-Bernstein se acerca a la Tierra

El cometa llamado C/2014 UN 271 (Bernardinelli-Bernstein), tan gigantesco que inicialmente se creyó que se trataba de un planeta enano, no representa una amenaza para la Tierra, sino que es una gran oportunidad para estudiarlo y recopilar datos sobre la formación de nuestro Sistema solar. La última vez que este cometa estuvo tan cerca de nosotros fue hace 3 millones de años.

El cometa Bernardinelli-Bernstein

El cometa fue fotografiado por primera vez en el año 2014, cuando se encontraba a 4 mil millones de kilómetros del Sol. Pero en julio de este año Pedro Bernardinelli y Gary Bernstein, investigadores de la Universidad de Pensilvania, informaron de su actividad cometaria. Fue cuando se descubrió que este objeto era un cometa, el más grande jamás visto hasta la fecha, con una longitud de unos 155 kilómetros de diámetro.

Este es un cometa “nuevo”, que inició su viaje a una distancia de unas 40.400 unidades astronómicas (AU) del Sol. Se presume que su ubicaba en la nube de Oort, que oscilaría entre los 2000 a 100.000 AU. Los científicos explican que se denomina “nuevo”, pues no hay evidencia de que se haya aproximado más de 18 au del Sol desde que fue eyectado a la nube d ‘Oort.

10 años para observar la evolución del cometa

Bernardinelli-Bernstein alcanzará su perihelio (el punto más cercano de su órbita alrededor del Sol​) cuando se encuentre a 1600 millones de kilómetros de distancia, justo fuera de la órbita de Saturno, para enero del año 2031. Los científicos anuncian que es una suerte haberlo detectado temprano, pues se podrá ver su evolución a medida que se acerca al Sol y se calienta.

Este cometa de 155 kilómetros de diámetro brilla en magnitud 20, tiene un núcleo de magnitud absoluta 8 y los colores típicos de los núcleos de otros cometas. Pero, a pesar de ser tan grande y tan brillante, se necesitarán grandes telescopios para verlo.

Los astrónomos esperan poder estudiar intensamente el cometa en la próxima década, para comprender su composición y su origen, así como obtener datos sobre la formación de nuestro Sistema Solar. Por ejemplo, los volátiles que se encuentran atrapados en el hielo, así como su halo, deberían proporcionar información sobre la química del sistema solar durante su formación.

Hasta el momento, los científicos creen que podrían existir muchos más cometas gigantes del tamaño de Bernardinelli-Bernstein en la Nube de Oort. Estos podrían haberse dispersado en el borde del sistema solar durante la migración de Júpiter, Urano, Saturno y Neptuno, al comienzo de su historia.

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