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Europa Clipper: así fue su sobrevuelo a Marte rumbo a las lunas de hielo

La carrera espacial en torno al planeta rojo continúa. En fechas recientes, la sonda espacial Europa Clipper aporta novedades sobre Marte.

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  • Francisco María
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El espacio es un escenario en el que cada maniobra cuenta, y la misión Europa Clipper de la NASA lo está demostrando paso a paso. El pasado 1 de marzo de 2025, la nave realizó un sobrevuelo cercano de Marte, un movimiento calculado al milímetro que le permitió redirigir su rumbo hacia Júpiter y, más específicamente, hacia su luna Europa. Este acontecimiento no fue simplemente una escala técnica: sirvió también como oportunidad para probar instrumentos científicos en condiciones reales y obtener imágenes inéditas del planeta rojo en el espectro infrarrojo.

La importancia de este evento se entrelaza con descubrimientos recientes en torno a Europa, como los datos de la misión Juno, que apuntan a que la producción de oxígeno en su superficie es mucho menor de lo esperado. En conjunto, estos hitos están redefiniendo las preguntas que los científicos se hacen sobre la habitabilidad de uno de los mundos más prometedores del sistema solar.

Un hallazgo que replantea la vida en Europa

En septiembre de 2025, investigadores anunciaron que, gracias a los datos de Juno, se estima que la producción de oxígeno molecular en la superficie helada de Europa es de apenas 12 kilos por segundo. Esto contrasta con cálculos anteriores que hablaban de hasta 1 000 kilos por segundo. ¿Qué implica este descenso tan drástico?

En términos sencillos, significa que el océano oculto bajo la corteza de hielo de Europa podría contener menos oxígeno disuelto de lo que se pensaba, reduciendo así uno de los recursos esenciales para la vida tal como la conocemos. Sin embargo, los expertos insisten en que esto no descarta la posibilidad de vida. Otras fuentes de energía, como la actividad hidrotermal en el fondo oceánico, podrían seguir proporcionando las condiciones adecuadas para organismos simples.

Este hallazgo añade aún más valor a la misión Europa Clipper: será la encargada de confirmar, matizar o incluso replantear lo que sabemos sobre la química y la dinámica de este mundo helado.

El sobrevuelo de Marte: mucho más que una maniobra

El paso de Europa Clipper por Marte fue ante todo una asistencia gravitacional. A una altura de unos 884 kilómetros, la nave aprovechó la gravedad marciana como una especie de catapulta cósmica, ganando velocidad y ajustando su trayectoria hacia Júpiter sin gastar combustible extra. Este tipo de maniobras son una obra maestra de la ingeniería orbital: una coreografía precisa entre planetas y sondas que permite a la humanidad llegar más lejos con recursos limitados.

Pero la NASA no quiso desaprovechar la ocasión. Durante los 18 minutos de máxima proximidad, varios instrumentos a bordo fueron activados para realizar pruebas científicas. Entre ellos, destacó E-THEMIS, una cámara infrarroja diseñada originalmente en la Universidad Estatal de Arizona. Este aparato capturó más de 1 000 imágenes térmicas de Marte, revelando diferencias de temperatura en su superficie. Zonas cálidas aparecieron teñidas de rojo, mientras que las áreas más frías se mostraron en azul.

De Marte a la Tierra, y de allí a Júpiter

Tras el exitoso sobrevuelo marciano, Europa Clipper sigue su viaje de más de 5 años hacia Júpiter. El próximo gran paso será otra asistencia gravitacional, esta vez con la Tierra, programada para diciembre de 2026. Con esta segunda “empujada”, la nave quedará encaminada de forma definitiva hacia el sistema joviano, al que se espera llegue en abril de 2030.

Una vez allí, la sonda no entrará en órbita de Europa directamente, como a veces se piensa, sino que permanecerá orbitando alrededor de Júpiter. Desde esa posición realizará 44 sobrevuelos cercanos de Europa, algunos a tan solo 25 kilómetros de la superficie. Este enfoque permite minimizar la exposición a la intensa radiación del planeta gigante, a la vez que garantiza observaciones detalladas de la luna.

Los objetivos en Europa

La misión de Europa Clipper es ambiciosa y multifacética. Entre sus metas principales están:

Una misión de largo aliento

Si todo sigue el plan, la fase científica de Europa Clipper comenzará en 2031 y se extenderá hasta 2034. Al final de la misión, es posible que la nave sea dirigida hacia Ganimedes, otra luna de Júpiter, para evitar cualquier riesgo de contaminación accidental en Europa, un lugar que podría albergar vida.

Lo más fascinante es pensar en lo que esta misión puede revelar. Hasta ahora, Europa es una promesa: un océano oculto, una superficie dinámica y señales químicas que sugieren habitabilidad. Pero faltan las pruebas directas. Europa Clipper será el puente entre la teoría y la evidencia.

Conclusión: una misión con doble valor

El sobrevuelo de Marte fue mucho más que un trámite orbital: fue un ensayo general que confirmó que los instrumentos de la sonda están listos para trabajar en condiciones reales. Al mismo tiempo, las imágenes infrarrojas y los ecos de radar nos recuerdan que cada paso del viaje trae consigo descubrimientos inesperados.

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