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Científicos descubren el misterio de la extraña señal que se repite cada 3 horas en la Vía Láctea

La fuente de la señal se ha localizado a unos 5.000 años luz de distancia de la Tierra

  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

En la última década, los astrónomos han detectado una señal repetitiva que proviene de las afueras de la Vía Láctea. Esta señal, que se repite cada tres horas en pulsos de un minuto de duración, tiene a los investigadores en vilo, pero un equipo del Centro Internacional de Investigación en Radioastronomía (ICRAR) ha logrado identificar su origen: un fenómeno transitorio de radio, el de mayor periodo detectado hasta la fecha. Este tipo de fenómenos, conocidos como ráfagas de radio transitorias, son eventos energéticos breves que provienen de objetos astronómicos con campos magnéticos cambiantes, como estrellas de neutrones en rotación. Sin embargo, los transitorios de largo periodo son extremadamente raros, lo que hace que este descubrimiento sea muy significativo.

La fuente de la señal se ha localizado a unos 5.000 años luz de distancia de la Tierra, en la constelación de Puppis. Allí, en un principio, se pensó que la responsable de las emisiones era una enana roja de tipo M, una estrella de baja masa y baja luminosidad. Sin embargo, las observaciones revelaron que esta estrella no podría generar la cantidad de energía observada. Ahora, una nueva hipótesis sugiere que la enana roja podría estar en un sistema binario con una enana blanca, una estrella muerta cuya energía es residual. Juntas, estas estrellas podrían ser las causantes de la misteriosa señal.

La señal más extraña de la Vía Láctea

Los astrónomos han estado observando durante los últimos 10 años una señal de radio inusual proveniente del espacio profundo, un pulso energético que se repite cada tres horas y tiene una duración de entre 30 y 60 segundos. Esta señal ha desconcertado a la comunidad científica debido a su regularidad y duración, convirtiéndola en el transitorio de radio más largo registrado hasta la fecha. Tras un análisis más detallado de los datos del radiotelescopio Murchison Widefield Array (MWA), un equipo del Centro Internacional de Investigación en Radioastronomía (ICRAR) ha conseguido identificar la fuente de este fenómeno, abriendo nuevas puertas a la comprensión de este tipo de señales espaciales.

Lo que hace tan especial este hallazgo es que, a diferencia de otros transitorios de radio, esta señal se originó en una zona más despejada de la galaxia, en la constelación Puppis, a unos 5.000 años luz de la Tierra. Esta ubicación estratégica permitió a los investigadores seguir el rastro de las ondas de radio hasta una estrella específica. Usando el telescopio MeerKAT en Sudáfrica y el observatorio SOAR en Chile, el equipo pudo determinar que la fuente de la señal es una estrella enana roja, un tipo de estrella de baja masa.

El descubrimiento planteó un enigma adicional: una enana roja por sí sola no tiene suficiente energía para generar un pulso de radio tan intenso. Las enanas rojas son comunes en la Vía Láctea, pero son tan pequeñas y débiles que no son visibles a simple vista. Constituyen alrededor del 70% de las estrellas de nuestra galaxia, pero carecen de la luminosidad necesaria para emitir una señal de radio tan poderosa.

Este hallazgo llevó a los investigadores a plantear que la enana roja podría estar asociada a otro tipo de estrella. Los datos sugieren que la enana roja forma parte de un sistema binario, acompañado por una enana blanca, el remanente de una estrella que ha agotado su combustible nuclear y ha expulsado sus capas exteriores.

Este sistema binario, formado por una estrella de baja masa y una enana blanca, parece ser el generador de las emisiones de radio. La interacción entre ambos cuerpos celestes sería la responsable de la emisión de los potentes estallidos de energía que se observan en el transitorio de radio. Aunque esta señal ha estado activa durante al menos 10 años, los astrónomos sospechan que podría haber estado emitiendo durante mucho más tiempo sin ser detectada, lo que sugiere la posibilidad de que existan muchos más fenómenos similares esperando ser descubiertos.

El hallazgo también resalta la importancia de los radiotelescopios avanzados como el MWA y MeerKAT, herramientas clave para la investigación de fenómenos astrofísicos en el espacio profundo. La base de datos del MWA, que contiene 55 petabytes de observaciones, ha demostrado ser un recurso invaluable para el descubrimiento de nuevos fenómenos cósmicos.

Este hallazgo resuelve una parte del misterio de los transitorios de radio, al tiempo que abre nuevas líneas de investigación sobre la interacción entre estrellas en sistemas binarios y el comportamiento de las enanas rojas y blancas. Este tipo de estudios podría arrojar luz sobre fenómenos relacionados, como las emisiones de radio rápidas y otros eventos transitorios en el cosmos.

Con la llegada del Square Kilometre Array Observatory (SKAO), que promete ser el radiotelescopio más grande y avanzado del mundo, los astrónomos esperan que se sigan realizando avances importantes en este campo, lo que podría permitir la detección de más señales de radio y profundizar en la comprensión de la dinámica de los sistemas estelares binarios.