El cambio climático amenaza a la cerveza
Parece un titular que suena a broma, con algo de sorna, pero por desgracia no es así. El cambio climático amenaza a la cerveza ahora por motivos muy claros que vamos a desvelar a continuación.
¿Qué puede aportar el cambio climático para que una bebida tan emblemática que nos ha acompañado durante siglos esté ahora en riesgo? Muy sencillo, las olas que calor y las sequías que están apareciendo, más las que están por llegar, están reduciendo drásticamente las cosechas de cebada incluso en países húmedos como Alemania.
Así que, a mediados del siglo XXI, la cerveza será cada vez más escasa y lo que es peor, también más cara. Y este fenómeno parece imparable en los próximos años.
El cambio climático está provocando no solo que las sequías sean más intensas, también que aparezcan con mayor frecuencia, y acompañadas de abrasadoras olas de calor. Todo ello está afectando dramáticamente a la producción de cereales.
Descubre cómo el cambio climático amenaza a la cerveza
Un nuevo estudio ha cuantificado ahora el impacto que el cambio climático está teniendo concretamente sobre la producción de cerveza tras ver cómo afecta a las plantaciones de cebada. Dicha investigación ha sido publicada en la revista especializada Nature Plants.
A tenor de los resultados arrojados, concluye que países con grandes producciones cerveceras como Bélgica o Alemania van a reducir su capacidad casi un 40% en los próximos años.
De hecho, se calcula que para finales del siglo XXI, una pinta de cerveza podría valer como cuatro veces más de lo que cuesta ahora mismo en cualquier parte del mundo.
Para llegar a esta conclusión, el equipo investigador ha estudiado y recopilado datos en cuanto a producción de cebada, evolución de los precios y fabricación cervecera. Junto a ello, se ha estudiado la evolución de los periodos de sequía y las olas de calor desde 1981 hasta nuestros días en las principales regiones del mundo donde se produce la cerveza y se cultiva el cereal.
Según estos datos, las predicciones afirman que estos fenómenos climáticos no solo no cesarán, sino que cada vez serán más frecuentes e intensos, así que los efectos pueden ser muy dramáticos para la producción y comercialización de la bebida.
Con cada nuevo episodio, el rendimiento medio de una cosecha mermará. Así pues, ajustando las proyecciones hacia el futuro y observando diversos escenarios posibles, la única forma de salvar a la cerveza dependerá de cómo los humanos seamos capaces de reducir el calentamiento del planeta.
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