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Analizan el ADN del pelo de Beethoven y lo que encuentran no tiene sentido: giro confirmado

  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

Un reciente estudio sobre el ADN de Ludwig van Beethoven ha revelado un hallazgo sorprendente: el famoso compositor alemán tenía una predisposición genética baja para la sincronización de ritmos, una habilidad clave para la musicalidad. Este análisis, publicado en la revista Current Biology, fue posible gracias a la extracción de material genético de mechones de cabello de Beethoven, utilizando la misma muestra que se analizó en un estudio anterior en 2023. Los investigadores, dirigidos por la neuropsicóloga Laura Wesseldijk del Instituto Max Planck de Estética Empírica, calcularon la «puntuación poligénica» de Beethoven, un indicador de la predisposición genética para ciertos rasgos, en este caso, la capacidad de sincronizar ritmos.

La sorpresa fue que la puntuación de Beethoven era promedio en comparación con otras muestras de la población, lo que cuestiona la idea de que la música se determine sólo por la genética. A pesar de este hallazgo, los autores del estudio enfatizan que esto no significa que las habilidades musicales de Beethoven no fueran excepcionales. De hecho, los investigadores destacan que este resultado resalta la importancia de reconocer que la genialidad musical, como en el caso de Beethoven, no puede explicarse únicamente por los genes. «El gran desajuste entre su puntuación genética y su talento musical demuestra que factores adicionales, como la práctica, la perseverancia y el entorno, juegan un papel crucial», afirma Simon Fisher, profesor en el MPIEA. En este sentido, el estudio también subraya las limitaciones de las pruebas genéticas, ya que no se puede predecir de manera confiable el talento musical de una persona sólo a partir de su ADN.

Análisis del ADN del pelo de Beethoven

La vida de Ludwig van Beethoven ha sido objeto de fascinación y estudio por siglos, no solo por su genio musical, sino también por los misterios que rodean su salud y su linaje familiar. A pesar de haber fallecido hace casi dos siglos, su figura sigue siendo un enigma.

En un reciente avance, un equipo de científicos dirigidos por Johannes Krause, del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva, analizó muestras de cabello de Beethoven, desvelando nuevas informaciones sobre sus problemas de salud y, de manera inesperada, sobre su ascendencia.

Durante gran parte de su vida, Beethoven sufrió problemas de salud graves, siendo su sordera progresiva uno de los más dramáticos. A partir de los 30 años, comenzó a perder la audición, lo que lo dejó completamente sordo en sus últimos años. A pesar de esto, siguió componiendo algunas de las obras más grandes de la historia de la música, como la famosa Novena Sinfonía.

Aunque su sordera fue un desafío abrumador, el compositor también lidió con problemas gastrointestinales crónicos y una grave enfermedad hepática que finalmente lo llevó a la muerte a los 56 años. Durante su vida, Beethoven solicitó en su testamento que se estudiaran las causas de su enfermedad, y fue casi 200 años después cuando los científicos comenzaron a investigar su genética para desvelar sus dolencias.

El análisis de su ADN ha revelado que Beethoven padecía de una infección crónica de hepatitis B, que fue agravada por su consumo de alcohol y otros factores. Esta infección hepática parece haber sido la principal causa de su muerte, desmintiendo otras teorías previas, como la del envenenamiento por plomo.

Sin embargo, los científicos no pudieron encontrar una explicación definitiva para su sordera ni para sus problemas gastrointestinales, lo que deja abiertas varias incógnitas sobre su salud.

El análisis genético de Beethoven también reveló un hallazgo sorprendente sobre su linaje familiar. A través de su cromosoma Y, los investigadores descubrieron una discrepancia genética que sugiere que el compositor tuvo un ancestro cuya paternidad no fue reconocida.

Esto implica que, en algún punto entre los siglos XVI y XVIII, hubo un evento de paternidad extramarital en su familia, un secreto que permaneció oculto durante generaciones. Este descubrimiento añade una capa de complejidad al legado personal de Beethoven, mostrando que incluso las figuras más estudiadas pueden tener aspectos de su historia familiar que permanecen ocultos.

Además, el estudio también desmintió teorías previas sobre el envenenamiento por plomo, al confirmar que varios de los mechones de cabello atribuidos a Beethoven eran genuinos. Sin embargo, otro descubrimiento reciente, centrado en su capacidad musical, ha sacudido las expectativas.

Investigaciones posteriores al análisis genético de su cabello en 2023 revelaron que Beethoven tenía una predisposición genética bastante baja para la sincronización de ritmos, una habilidad esencial para un compositor. Aunque parece sorprendente dado su dominio musical, la genética juega sólo un papel en el desarrollo de habilidades, y otros factores, como su dedicación y práctica, pudieron haber compensado esta baja predisposición.

Así, mientras que su genética no lo favorecía especialmente para la música, su determinación y talento lo llevaron a trascender cualquier limitación genética. Esto demuestra que, más allá de los aspectos biológicos, la influencia del esfuerzo y la práctica constante es fundamental en la formación de un genio como Beethoven.