Las mejores frases de Gottfried Leibniz

Aunque conocido principalmente por su vertiente filosófica, a continuación hemos seleccionado las mejores frases de Gottfried Leibniz, que también fue un brillante científico. Combinó con sabiduría su vertiente filosófica para aplicarla a la ciencia, especialmente a las matemáticas, materia en la que más destacó.

Frases de Gottfried Leibniz

• Amar es encontrar en la felicidad de otro tu propia felicidad
• El alma es el espejo de un universo indestructible
• Amar es inclinarse a obtener el placer de la perfección
• Lo presente, producto de lo pasado, engendra a su vez lo futuro
• Sobre las cosas que no se conocen siempre se tiene mejor opinión
• Con cada hora perdida, perece una parte de la vida
• Demasiado juego para ser una ciencia y demasiada ciencia para ser un juego
• La mónada… No es sino una sustancia simple que entra a entidades compuestas. Simple significa desprovista de partes… Las mónadas no poseen ventanas a través de las cuales algo pudiera entrar o salir
• La música es un ejercicio aritmético ocultado del alma, que no sabe que está contando
• Lo que llamamos «casualidad» no es más que la ignorancia de las causas físicas
• En el ámbito del espíritu, busca la claridad; en el mundo material, busca la utilidad
• Existen dos tipos de verdades: Las verdades de la razón y las verdades de hecho
• Dios es la razón final de la salvación, de la fe y la elección en Jesucristo
• Es indigno de hombres excelentes desperdiciar las horas como esclavos en la labor de calcular lo que sin riesgo podría relegarse a alguien más si se utilizaran máquinas
• Las verdades de la razón son necesarias y su opuesto es imposible: Las verdades de hecho son contingentes y su opuesto es posible
• Puesto que esto es el mejor (o peor) de todos los mundos posibles, las leyes de la física se pueden describir por principios variados
• Es una de mis más importantes y mejor verificadas máximas el que la naturaleza no realiza saltos. A esto lo he denominado la ley de la continuidad
• Sostengo que los hombres podrían ser incomparablemente más felices de lo que son, y que podrían, en poco tiempo, realizar grandes progresos en incrementar su felicidad, si estuviesen dispuestos a hacer lo que deben. Tenemos a la disposición medios excelentes para hacer en 10 años más de lo que se podría hacer en varios siglos sin ellos, si nos entregamos a hacer de ellos lo mejor posible, y no hacer nada más excepto lo que se debe hacer.