¿Sabías que los microondas son tan contaminantes como los coches?
Todos hemos utilizado alguna vez un microondas. Sin duda, uno de los inventos más importantes de la historia que permite mantener la comida caliente en unos escaso intervalo de tiempo. Hasta aquí todo parece normal, sin embargo, según un estudio realizado por la Universidad de Columbia (Nueva York), los microondas son tan nocivos como un automóvil convencional. Te lo contamos.
Contaminación por ondas
Según un reciente estudio publicado en la prestigiosa revista Science of the Total Environment, la utilización del microondas en la Unión Europea emite tanto dióxido de carbono, o incluso más, que todos los coches del continente europeo. Así lo han afirmado desde la Universidad de Columbia en una investigación liderada por el reputado Alejandro Gallego-Schmid. Un estudio que ha conseguido captar la atención de toda la comunidad científica y que basa sus claves en el impacto ambiental producido por los hornos microondas durante un ciclo de vida medio de ocho años.
Según el estudio, un microondas individual utiliza un total de 573 kilovatios hora (kWh) de electricidad durante toda su vida útil. Unos datos que pueden compararse con el funcionamiento de una bombilla LED de 7 vatios que se mantiene encendida durante un periodo de tiempo cercano a los nueve años. Si a todo esto le sumamos que los microondas representan el mayor porcentaje de ventas en hornos de la Unión Europea, aparecen cifras tan inesperadas como las del estudio. Incluso se estima que el número de hornos microondas vendidos en el viejo continente alcanzará los 135 millones en el año 2020.
Datos preocupantes
Las cifras hablan por sí solas, y según un estudio elaborado por la Universidad de Manchester, los microondas emiten un total de 7,7 millones de toneladas de dióxido de carbono al año. Unos datos preocupantes que incluso superan a la emisión total de los automóviles (6,8 millones). Lo peor de todo este tema es que la regulación existente no genera unos resultados positivos que puedan ayudar a la mejora del medio ambiente. El impacto ambiental parece ser algo inevitable y cientos de investigadores, científicos y consumidores ya han pedido una mejora de las condiciones a los propios fabricantes.