Cataluña

Ni una pancarta contra el terrorismo islamista pero sí contra el Rey y el Gobierno

La primigenia razón de la manifestación celebrada en Barcelona este sábado 26 de agosto, el desafío de la ciudadanía contra el terrorismo, pareció ser un leit motiv fantasmal a juzgar por las escenas que se observaron durante la misma. O las que no se observaron, porque llamativo resultó que en un acto así las pancartas contra el terror y el yihadismo brillaron por su ausencia.

En su lugar, y entre esteladas, senyeras y pancartas críticas de diverso pelaje, llamó la atención el gran protagonismo que tuvieron las pancartas críticas con los reyes, presentes en la manifestación, y contra el Gobierno. En una manifestación convertida en un ataque contra España y contra los reyes, los independentistas acusaron a la venta de armas a países árabes, patrocinadas por los reyes de España, de ser responsables de las matanzas yihadistas.

Críticas contra los monarcas que contrastaron con la ausencia de acusaciones contra los asesinos que el pasado jueves 17 mataron a quince personas en dos atentados, en Barcelona y en Cambrils. Yihadistas radicalizados que montaron una célula terrorista para sembrar el terror en la Ciudad Condal y que pretendían llevar a cabo una masacre aún mayor, puesto que coleccionaban bombonas en un domicilio de Alcanar, en Tarragona, para crear bombas con las que atentar contra la población.

Pero los independentistas y antisistema decidieron culpar de estos actos principalmente a los reyes de España, montando una estructura para dotar de cartelería a los manifestantes y cambiar así el signo de la movilización.