Cataluña
Barcelona

Adiós a hacer esto en la calle en Barcelona: van a multar con 500 euros a partir de ahora

  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

En los últimos meses, el Ayuntamiento de Barcelona ha puesto en marcha un plan para reducir la conductas incívicas en los espacios públicos de la ciudad, con sanciones de hasta 500 euros. Una de las medidas que más ha llamado la atención tanto de vecinos como de turistas es la prohibición de consumir alcohol en la vía pública. Aunque esta medida ya estaba contemplada en la normativa vigente, los efectos prácticos eran limitados. Sin embargo, a partir de ahora se aplicará con mayor contundencia.

El objetivo del consistorio es garantizar la convivencia de todos los ciudadanos y recuperar el orden y el control en los barrios. Y es que, tomarse una cerveza en la calle, algo que podría ser considerado una acción inofensiva, se ha convertido en uno de los principales focos de conflicto en la capital catalana.

Barcelona multará con 500 euros a quienes beban alcohol en la calle

Esta medida forma parte de una estrategia global del Ayuntamiento de Barcelona para dar respuesta a demandas vecinales, especialmente en aquellos barrios donde son habituales las aglomeraciones y el ocio nocturno. El consistorio busca que la capital catalana sea una ciudad habitable y ordenada, donde todo respeten el descanso de los vecinos y los espacio públicos.

La finalidad es acabar con aquella prácticas que afectan a la convivencia, como beber alcohol en la calle. Para ello, se ha reforzado la presencia de la Guardia Urbana en la zonas más conflictivas, se han incorporado nuevos agentes cívicos para tarea de prevención y se han implementado sanciones económicas más elevadas.

Lo que muchos desconocen es que beber alcohol en la calle en Barcelona está prohibido desde hace casi dos décadas. La medida se incluyó en la llamada Ordenanza de Civismo, en vigor desde 2006, que regula numerosas conductas en el espacio público. Sin embargo, durante años esta prohibición se ha aplicado de forma irregular. Mientras el «botellón» sí estaba en el punto de mira de las autoridades, el simple hecho de beber una lata de cerveza pasaba inadvertido.

Ahora, la Guardia Urbana también sancionará estos casos individuales, aunque no se trate de un grupo numeroso ni de una fiesta callejera. El Ayuntamiento ha querido subrayar este punto para evitar dudas y confusiones:

Conductas y sanciones

«Sancionamos las conductas incívicas. Con el objetivo de garantizar el bienestar y la calidad de vida de la ciudadanía, perseguimos las conductas que rompen la convivencia y la seguridad. La denuncia y la correspondiente sanción, junto con la vigilancia preventiva, son las principales herramientas para combatirlas. En 2024, la Guardia Urbana de Barcelona tramitó 38.064 denuncias por consumo de bebidas alcohólicas en el espacio público, 7.329 denuncias por ruido y 28.091 denuncias a bicicletas y vehículos de movilidad personal (VMP), demostrando el compromiso del Ayuntamiento con una ciudad más ordenada y segura», detalla el consistorio en su web.

En Barcelona, el Ayuntamiento mantiene un estricto control sobre las conductas que afectan la convivencia, la seguridad y el uso adecuado del espacio público.

En el caso del consumo de bebidas alcohólicas, está prohibido beber en espacios públicos no autorizados, ya sea en envases de vidrio o lata, o de manera que se cause molestias a vecinos o usuarios. Las sanciones por estas infracciones oscilan entre 30 y 100 euros. Tirar envases al suelo puede acarrear multas de hasta 500 euros, mientras que causar una perturbación grave en la vía pública, en lugares concurridos o en el transporte público puede suponer sanciones de 100 a 600 euros.

Respecto a necesidades fisiológicas en el espacio público, actos como escupir, orinar o defecar están prohibidos y conllevan multas de hasta 300 euros. Sin embargo, si estas acciones se producen en lugares concurridos, frecuentados por menores, en monumentos o en edificios protegidos, la sanción se eleva considerablemente, llegando entre 750,01 y 1.500 euros.

Los grafitis y pintadas ilegales también son objeto de sanción. Pintar sobre elementos del espacio público, mobiliario urbano, fachadas, señales de tráfico, transporte o parques puede acarrear multas de 100 a 600 euros, dependiendo del lugar afectado y del tipo de daño causado.

El hecho de perturbar el descanso y la tranquilidad de los vecinos con ruidos, gritos, peleas o cantos está igualmente regulado. Los actos que afecten el descanso general pueden implicar sanciones de hasta 750 euros, mientras que conductas más graves, que alteren la paz del vecindario o de los peatones de forma significativa, pueden alcanzar multas de hasta 3.000 euros.

Los vehículos de movilidad personal (VMP), incluyendo bicicletas, ciclomotores y otros, también están sujetos a regulaciones estrictas. Conducir de manera negligente o con auriculares, circular en zonas prohibidas, no respetar la prioridad de los peatones o usar VMP con fines económicos sin autorización puede acarrear multas que van de 100 hasta 500 euros, según la infracción.