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Tartamudez: qué hacer si el niño tartamudea

Descubre las causas que llevan a la tartamudez en niños, qué hacer ante un caso en el que el niño tartamudea y cuál es el mejor tratamiento.

La tartamudez en los niños es algo que suele aparecer en muchos casos, cuando el niño tiene alrededor de los dos años y aunque causa preocupación a los padres, lo cierto es que muchos casos acaban por resolverse de manera satisfactoria en el periodo de edad entre los 4 y los 6 años, de modo que analizamos ahora las causas qué llevan a la tartamudez infantil, qué hacer y también qué no hacer al respecto.

¿Qué es la tartamudez?

Según la definición simple de las Directrices europeas, la tartamudez es una «alteración de la fluidez del habla». En particular, la Organización Mundial de la Salud lo define como un trastorno del lenguaje caracterizado por el hecho de que quienes lo padecen saben perfectamente cómo pronunciar una palabra, pero no pueden hacerlo porque se traban constantemente o repiten palabras o partes de la palabra que desean decir y el habla permanece fragmentado y rota.

Cómo se manifiesta

La tartamudez suele identificarse con los siguientes signos:

A estas dificultades que caracterizan el lenguaje, se le pueden sumar algunos síntomas físicos que de hecho alertan bastante a los padres cuando la tartamudez surge en la infancia, y que suelen estar representados por un ligero temblor en los labios o en la mandíbula, un constante parpadeo o que el niño apriete los puños mientras habla.

Por otro lado, aquellas personas que tienen tartamudez experimentan periodos o momentos en los que el trastorno parece ser más liviano, como cuando hablan de forma relajada, o en voz baja, o también al cantar o recitar un poema, mientras que al ponerse nerviosos, como cuando tienen que hablar delante de varias personas por ejemplo, es posible que el tartamudeo vaya a más.

La tartamudez en los niños

La tartamudez está presente en todo el mundo, en todos los grupos étnicos y en todas las culturas, afirman las Directrices europeas, subrayando que en el mundo afecta a aproximadamente 1 de la población. El trastorno es más común en niños .

De hecho, entre los dos y cuatro o cinco años, el 10-20% de los niños experimentan tartamudeo . En el 75% de los casos, estas son formas fisiológicas y transitorias , vinculadas a la inmadurez del lenguaje, es decir, al hecho de que el niño todavía está aprendiendo a hablar. Estas formas generalmente retroceden solas, en unos pocos meses o un año, o con una intervención mínima. Entre los adultos, uno de cada cien tartamudea . El trastorno es aproximadamente cuatro veces más frecuente en los hombres .

Causas del tartamudeo

Hasta hace no muchos años, se creía que la tartamudez era una consecuencia de un trauma psicológico o emocional del niño. Hoy esta hipótesis ya no se considera, aunque las causas precisas del trastorno aún no se han identificado. Sin embargo se sabe que se trata de un trastorno multifactorial , influenciado precisamente por la participación de varios factores .

Una importante línea de investigación nacida en los Estados Unidos se centra en las bases genéticas de la tartamudez: algunos genes que parecen estar involucrados en su inicio han sido identificados. Otros estudios parecen indicar que los cerebros de los niños que tartamudean están organizados de manera diferente a los de los niños que no lo hacen. Sin embargo, son estudios preliminares, aún por confirmar.

Cómo actuar ante la tartamudez en niños

Tal y como ya hemos señalado, la tartamudez en niños puede corresponder tan solo a una fase debido al proceso en el que el niño está aprendiendo a hablar. Si los trastornos del lenguaje son mínimos y no tienen consecuencias en la vida social del niño, no hay necesidad de preocuparse y básicamente no hay nada que hacer.

En cambio, será buena informar al pediatra si se dan alguno de estos casos:

El pediatra indicará los especialistas a los que se contactar. Lo mejor es ir a centros especializados, que puedan tratar al niño desde varios puntos de vista, con expertos en logopedia, psicólogos y neuropsiquiatras.

Los padres deben alarmarse aunque no preocuparse ya que incluso en casos en los que  la tartamudez del niño ha durado más de un año, es posible que el problema se revierta; es más, el trastorno puede retroceder espontáneamente incluso 3-4 años después del inicio.

No existe una cura definitiva, sin embargo, para la tartamudez pero sí que podemos recurrir a algunas  estrategias terapéuticas que pueden ayudar, por un lado, a mitigar los síntomas y a manejar mejor el trastorno, de modo que el niño pueda aceptarlo y no acabe traumatizado por ello. Nunca debemos reñir al niño por el modo en el que habla, sino que debemos asumir que padece este trastorno y hablarle de manera relajada y con comprensión para que se exprese del mismo modo y de este modo paliar un poco el nivel de tartamudeo.