Bebés
Salud

Sepsis neonatal: ¿Qué es, cómo se manifiesta y cuáles son las consecuencias?

La sepsis neonatal es una infección que puede afectar al bebé antes incluso de nacer pero que diagnosticada a tiempo puede curarse.

5 infecciones en el embarazo que pueden provocar defectos

Orina bebé: cuándo saber si tiene infección urinaria

5 consejos para cuidar la infección del oído en bebés

La sepsis neonatal es una respuesta a una infección que se ha propagado a la sangre, afecta a todo el cuerpo y puede tener consecuencias graves para el recién nacido por lo que os explicamos con más detalles qué es, cómo se manifiesta y cuáles son las consecuencias.

Sepsis neonatal: ¿Qué es, cómo se manifiesta y cuáles son las consecuencias?

La sepsis es una complicación de una infección que puede ocurrir en casos raros cuando la infección se propaga a través de la sangre. En el caso de la sepsis neonatal, las consecuencias también pueden ser graves, sobre todo si la infección llega a las meninges. Afortunadamente, la remisión es completa y no está relacionada con problemas a largo plazo si se identifica a tiempo y se actúa rápidamente.

Sepsis neonatal: síntomas

Entre los signos característicos de la sepsis neonatal se encuentra la temperatura corporal inestable, que puede ser muy baja o inusualmente alta. Al mismo tiempo, el recién nacido tiende a ser apático, se pueden reconocer problemas respiratorios como respiración dificultosa o ruidosa que alterna con pausas. La tez puede ser pálida o azulada, de letargo o irritabilidad y también puede ocurrir dificultad para alimentarse.

El diagnóstico comienza con la medición de la temperatura corporal y se evalúan las frecuencias cardíaca y respiratoria. Se realiza un hemocultivo para buscar la bacteria, hongo o virus que causó la infección y en algunos casos puede ser necesario recurrir a radiografías.

Sepsis neonatal tardía y temprana

Cuando hablamos de infección en la sangre del recién nacido y sepsis debemos distinguir la de inicio temprano que ocurre en 2-3 días después del parto y la de inicio tardío. En el primer caso, los síntomas tienden a manifestarse ya en las primeras horas después del nacimiento y sobre todo la infección se realiza por estreptococo del grupo B . No es casualidad que durante la gestación se realice el frotis vaginal para buscar esta bacteria y en caso de positividad nos sometamos a tratamiento antibiótico, a menudo administrado durante el propio parto.

La sepsis de inicio tardío, por otro lado, se debe a una infección adquirida del medio ambiente y en la mayoría de los casos involucra estafilococos.

Factores de riesgo

Entre los factores de riesgo ligados al desarrollo de la infección se encuentra el nacimiento prematuro , entre otros, uno de los factores también relacionado con la sepsis de inicio temprano. La razón se debe al hecho de que los bebés prematuros aún no tienen algunos anticuerpos a diferencia de los bebés nacidos a término. La hospitalización prolongada, el uso de catéteres y la respiración asistida también son factores de riesgo para la aparición de sepsis neonatal tardía.