Salud

Cómo prevenir la neumonía en los niños

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Descubre los pasos para prevenir la neumonía en los niños
Blanca Espada

La neumonía es una enfermedad que en el caso de no tratarse a tiempo puede complicarse y más cuando se trata de los niños. Una enfermedad infecciosa que suelen sufrir muchos niños (y adultos) en otoño e invierno por lo que la prevención es la clave. Veamos a continuación con más detalle, qué es la neumonía, qué síntomas tiene y también cómo prevenirla en los niños.

Cómo prevenir la neumonía en los niños

Es perfectamente normal preocuparse cuando su pequeño sufre de neumonía. Afortunadamente, si se trata adecuadamente, esta enfermedad ya no es tan peligrosa como lo era en el pasado y la mayoría de los bebés se recuperarán sin ningún daño.

¿Qué es la neumonía?

La neumonía es una inflamación del pecho que puede dificultar la respiración del bebé o del niño. Los sacos de aire de los pulmones, los alvéolos, se ven afectados por la inflamación y esto les impide cumplir con su función, que es la de pasar oxígeno a la sangre.

En casos más graves, los alvéolos pueden estar bloqueados por las secreciones producidas por el cuerpo del niño para combatir las infecciones.

Los síntomas de la neumonía

Es importante saber reconocer los síntomas de la neumonía lo antes posible para poder hacer un diagnóstico y poder tratar al bebé lo antes posible.

Llama a tu profesional de la salud de inmediato si crees que tu hijo tiene o muestra síntomas de neumonía. Aquí están algunos ejemplos:

  • Tos , especialmente si se suma a uno o más de los síntomas siguientes
  • Fiebre
  • Sudoración, escalofríos o piel enrojecida
  • Palidez
  • Respiración rápida o difícil
  • Un hueco del pecho alrededor de las costillas y el esternón al respirar.
  • Sibilancias
  • Dilatación de las fosas nasales.
  • Llorar con más frecuencia de lo habitual.
  • Pérdida de apetito
  • Una caída de energía o lentitud.
  • Dolor en el pecho, especialmente al toser o respirar profundamente.
  • Labios o uñas azulados (que son signos de niveles bajos de oxígeno en sangre).

Causas y diagnóstico de neumonía

La neumonía a menudo es causada por un virus o una bacteria, pero también en casos mucho más raros por hongos o parásitos.

La causa también puede ser múltiple: por ejemplo, el sistema inmunológico del niño podría haber sido debilitado por un virus, lo que provoca una infección bacteriana.

Los dos tipos más comunes de neumonía en los niños son:

  • Neumonía viral. Es la forma más común de neumonía en los bebés. Se desarrolla cuando una infección viral de las vías respiratorias superiores (como un resfriado o la gripe) migra hacia abajo en el pecho. Los síntomas de dicha neumonía suelen aparecer gradualmente y, a veces, son menos graves que con la neumonía bacteriana.
  • Neumonia bacterial. Las infecciones pulmonares también pueden ser causadas por bacterias. Los síntomas de este tipo de neumonía pueden aparecer repentinamente y, a menudo, comienzan con un brote de fiebre y dificultad para respirar.

Solo un médico podrá determinar la causa de la neumonía de tu bebé, por lo que es fundamental concertar una cita tan pronto como notes la aparición de los síntomas.

¿Qué prevención podemos llevar a cabo?

Probablemente no sea posible garantizar que tu hijo no vaya a tener neumonía, pero puedes hacer que sea menos probable que  la contraiga. Aquí hay algunas precauciones a tener en cuenta para evitar la neumonía en niños.

  • Vacuna a tu hijo contra los neumococos. Tu hijo puede vacunarse contra una bacteria llamada neumococo, que es la causa más común de neumonía. Por lo general, la vacuna debe administrarse antes del año de edad.
    Asegúrate de que tu hijo esté vacunado contra enfermedades infantiles peligrosas. Muchas enfermedades pueden provocar neumonía viral. Afortunadamente, existen vacunas para la mayoría de ellas: las diferentes formas de influenza, sarampión, tos ferina y varicela. Es por este motivo que es importante estar al día con sus vacunas . Obviamente, los recién nacidos y los niños pequeños aún no han sido vacunados contra todas estas enfermedades, por lo que debes tener cuidado de que no estén en contacto con personas afectadas, entre otras, por una de estas enfermedades.
  • Protege a tu bebé de las personas enfermas. Mantén a tu hijo alejado de cualquier adulto o bebé que muestre signos de infección de las vías respiratorias superiores. Esto puede resultar en congestión o secreción nasal, tos o dolor de garganta.
  • Asegúrate de que los familiares y cuidadores se laven las manos con frecuencia. Una de las mejores formas de reducir el riesgo de neumonía de su hijo es simplemente mantener una buena higiene. Esto comienza con el lavado de manos frecuente para ti y toda la familia, ya que las personas tienden a tocarse los ojos, la boca o la nariz muy a menudo sin siquiera darse cuenta.

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