Piercing en el pezón y lactancia: ¿qué hacer?
Piercing en el pezón y lactancia: ¿qué hacer?. Descubre si llevar un piercing en el pezón puede afectar a la lactancia materna y a la salud del bebé.
El piercing en el pezón es quizás una de las perforaciones más populares en el mundo, de modo que muchas son las mujeres que se preguntan si tal vez llevar un piercing en esta zona del cuerpo, puede afectar a la lactancia en el caso de ser madres y querer alimentar a su bebé.
Piercing en el pezón y lactancia: ¿qué hacer?
Llevar un piercing en el pezón, no tiene porque afectar a la lactancia. De hecho, este tipo de perforación no previene ni daña la lactancia materna porque los senos producen leche normalmente a través de los conductos de leche dentro del seno que permanecen intactos, a diferencia de lo que sí puede ocurrir con algunas cirugías mamarias que pueden dañar estos canales que son esenciales para producción y paso de la leche materna al bebé.
Los pezones perforados, a diferencia de lo que muchos creen, no pueden salpicar la leche en la dirección incorrecta o tener una salida de leche más pequeña que los pezones normales, si bien tienen la misma función para amamantar ya que cada pezón tiene de 15 a 20 poros por lo que sale la leche para amamantar al bebé y a los que no afecta en cada una perforación.
Eso sí, las madres lactantes que llevan un piercing en el pezón, deben sacarse este cuando tengan que alimentar al bebé, limpiar la zona y entonces poner al bebé a comer, para luego volver a colocarse el piercing. Todo esto puede convertirse en un proceso tedioso si tenemos en cuenta que puede que el bebé demande leche constantemente, o cuando tengamos que hacerlo de madrugada. Otra opción entonces es la de quitarse el piercing cuando se comienza la lactancia y volver a ponerlo cuando el bebé ya tenga varios meses, o un año, y ya no se alimente de la lactancia materna, aunque se corre el riesgo de que la perforación del pezón se haga más pequeña o se haya cerrado por completo.
Perforación del pezón durante el embarazo
Por otro lado, no se recomienda perforar el pezón durante el embarazo. La perforación se puede mantener después del embarazo y durante la lactancia, pero colocarse un piercing en el pezón durante el embarazo conlleva el riesgo de infección o dañar los conductos de la leche si la curación lleva tiempo (hemos de señalar que la perforación del pezón conlleva a una de las cicatrizaciones más largas de todas las perforaciones).
Entonces, si ya tienes un piercing en el pezón, no tienes problema alguno en mantenerlo durante la lactancia, pero si no lo tienes y estás pensando en hacértelo es mejor que esperes a que haya pasado el periodo de lactancia para hacerlo y colocarlo sin riesgos o molestias ni para ti ni para el bebé.
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