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¿El mar hace crecer a los niños? ¿Cuál es el origen de esta creencia y qué tan cierta es?

Seguramente has escuchado alguna vez que el mar hace crecer a los niños, o que si los bañas en el mar cuando son bebés, les ayudará a desarrollarse mejor. ¿Pero de dónde viene esta idea y qué hay de verdad en ella?. Es evidente que bañarse en el mar puede tener infinitos beneficios para nuestra salud, pero ¿en el caso de los niños? ¿Puede provocar que crezcan más rápidamente?.

¿El mar hace crecer a los niños?

El origen de esta creencia puede remontarse a la antigüedad, cuando se pensaba que el mar tenía propiedades curativas y beneficiosas para la salud. Los griegos y los romanos construían balnearios y termas cerca del mar, y lo usaban para tratar diversas enfermedades y dolencias. También se creía que el mar era una fuente de vida y fertilidad, y que podía influir en el crecimiento de las plantas, los animales y las personas.

Sin embargo, no hay evidencia científica que respalde esta afirmación. El crecimiento de los niños depende de varios factores, como la genética, la nutrición, el sueño, la actividad física y las hormonas. El mar no tiene ningún efecto directo sobre estos aspectos, salvo que pueda contribuir a mejorar el estado de ánimo, el descanso y el bienestar general de los niños y sus familias.

Beneficios del mar para los niños

Eso no quiere decir que el mar no tenga beneficios para la salud de los niños. El agua de mar contiene sales minerales y oligoelementos que pueden ayudar a mejorar la hidratación, la cicatrización, la circulación y la defensa contra las infecciones. Además, el mar favorece la exposición al sol, que es necesario para la síntesis de vitamina D, esencial para la salud ósea y el sistema inmunológico. Por supuesto, siempre hay que tomar precauciones para evitar las quemaduras solares y la deshidratación.

El mar también ofrece un entorno estimulante y divertido para los niños, donde pueden practicar diferentes actividades físicas, como nadar, saltar olas, jugar con la arena o hacer castillos. Estos ejercicios favorecen el desarrollo muscular, óseo y articular de los niños, así como su coordinación, equilibrio y motricidad. Además, el contacto con la naturaleza y con otros niños les ayuda a desarrollar su creatividad, su imaginación, su autoestima y sus habilidades sociales.

En conclusión, el mar no hace crecer a los niños directamente, pero sí puede aportarles beneficios para su salud física y mental que pueden influir positivamente en su desarrollo integral. Por eso, es recomendable aprovechar las vacaciones o las escapadas al mar para disfrutar de sus bondades con los niños, siempre con precaución y respeto por el medio ambiente.