Una madre es detenida por requisarle el teléfono móvil a su hija
Los adolescentes y jóvenes han hecho del smartphone un elemento indispensable de su día a día. Por ese motivo, quedarse sin el mismo les causa una gran rabia e insatisfacción, es un castigo. Y eso es precisamente lo que pretendía la mujer que ahora se ha convertido en noticia. Nos estamos refiriendo a la madre que ha sido detenida por requisarle el teléfono móvil a su hija.
Sigue leyendo y descubrirás todos los datos de tan singular caso.
¿Dónde ha sucedido?
En Estados Unidos es donde ha tenido lugar esta historia que ahora se ha hecho viral. Más en concreto ha tomado como escenario Michigan, que es donde reside la progenitora que ha visto como su caso saltaba a los medios de comunicación de medio mundo.
Los protagonistas
Tres podemos establecer que son las figuras que han conseguido convertirse en actualidad por este caso:
- Jodie May, la madre que ha sido detenida acusada de retirarle el teléfono móvil a su hija.
- La vástaga de la anterior, una joven de 15 años.
- El padre de la menor y ex pareja de la madre, que también ha jugado un papel esencial en esta historia.
El origen de la historia
Aunque ha sido ahora cuando se ha llevado a cabo el juicio del caso, este se remonta al pasado mes de mayo. Y es que fue entonces cuando Jodie descubrió que su hija venía teniendo un mal comportamiento en clase. Por ese motivo, la mujer no dudó, en pro de poder impartir disciplina en casa, en castigar a la menor requisándole el teléfono móvil.
La ex pareja decide tomar cartas en el asunto
El ex marido de Jodie y padre de la joven se enteró de la medida disciplinaria que su antigua esposa había tomado con respecto a la hija que tienen en común. Molesto por esa acción no dudó en tomar cartas en el asunto. Así, procedió a acudir hasta la Oficina del Alguacil del Condado de Ottawa para denunciar a la mujer acusándola de haberle robado el teléfono móvil. Sí, afirmó que ese dispositivo electrónico era de su propiedad.
La madre es detenida por requisarle el teléfono móvil a su hija
Una denuncia que llevó a que la madre fuera inmediatamente detenida por la policía. No obstante, fue liberada al poco tiempo tras hacerle frente al pago de una fianza de unos 200 dólares. Es más, lo hizo sabiendo que tendría que acudir a un juicio donde se le iba a acusar de un cargo menor de robo y también a una condena que podría suponer tener que cumplir una condena de 93 días de cárcel.
Pero ahí no queda todo. Y es que poco después los fiscales que llevaban el caso añadieron también un segundo cargo. En este caso, el de robo por conversión, que podría suponerle otros 93 días de prisión. De ahí que pudiera llegar a pasarse hasta 186 días presa.
El juicio ha llegado
Estos pasados días es cuando se puso en marcha el juicio contra esta madre, al frente del cual se encontraba la jueza Judy Mulder, del Distrito del Condado de Ottawa.
En el correspondiente juicio realizaron sus declaraciones los testigos y los fiscales también hablaron con la víctima, la joven que se quedó sin smartphone como castigo, así como con la madre que se enfrentaba a los citados cargos. Esas conversaciones con una y otra llevaron a que, en el último momento, las citadas autoridades del Derecho tomaran la determinación de desestimar los cargos contra Jodie May.
Sí, porque no solo descubrieron que el teléfono móvil era propiedad de la menor y no de su padre sino también porque conocieron las circunstancias que habían rodeado a la presunta requisa del dispositivo. Es decir, supieron que era un castigo disciplinario por el mal comportamiento que había tenido la menor en su centro escolar.
Afortunadamente todo ha quedado en una anécdota, pero el mal trago sufrido por la mujer es innegable, como también lo es la manera de actuar que ha tenido su ex pareja.
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