Diccionario sobre la salud infantil. La F

Ayudar a los padres a que puedan conocer en todo momento cuáles son las patologías, trastornos, situaciones o enfermedades que pueden tener sus hijos es lo que pretendemos con nuestra serie diccionario sobre la salud infantil. Una serie que hoy vamos a continuar exponiendo varios términos que empiezan por la letra F y que es imprescindible tener en consideración. De esta manera, los adultos estarán preparados para cuidar a sus pequeños en todo momento.
Toma nota.
Fiebre
Por muchas enfermedades y situaciones, los niños pueden tener fiebre. Esta es realmente habitual y hay que medirla adecuadamente para saber cómo actuar. En concreto, podemos exponer una serie de aspectos a tener en cuenta tales como estos:
- Se considera que los pequeños empiezan a tener fiebre cuando el termómetro marca 37,5º C.
- En los menores de 4 años hay que controlar dicha temperatura muy bien cuando supere los 38º C. Y es que, en algunas ocasiones, pueden llegar incluso a tener convulsiones.
- Hay que acudir al médico sí o sí cuando tiene 40º C y otros síntomas tales como labios amoratados, somnolencia o pies y manos realmente fríos.
- De la misma manera, un consejo clave que los doctores dan a los padres es que si sus hijos llevan unas doce horas con fiebre y esta no remite tienen que acudir al médico. De esta manera, el citado puede optar por recetarle antitérmicos o por someterle a ciertas pruebas para ver si la causa que la está generando reviste gravedad.
- Además de los citados fármacos, se puede optar por bajar la fiebre al menor mediante baños tibios. No obstante, existen otros muchos trucos caseros para conseguir el mismo objetivo como son quitarle los calcetines y los zapatos, darle mucho líquido o incluso hacer que tome helado y gelatina.
Fimosis
Numerosos son los padres con hijos varones que, en un momento determinado, descubren que estos sufren de lo que se conoce como fimosis. La misma viene a ser una deformación de lo que es el prepucio, que es la piel que recubre el glande. En concreto, esa deformación lo que genera es que sea imposible bajar la piel de esa zona.
Es interesante saber que todos los recién nacidos niños nacen con lo que es fimosis, pero en ese caso se conoce como fimosis fisiológica porque la misma, con el paso del tiempo, va desapareciendo sola. Sin embargo, cuando no se resuelve o cuando la piel presenta un obstáculo que impide bajarla por completo surge la fimosis como tal.
El uso de cremas que van debilitando el tejido que hace que el prepucio esté pegado al glande o el bajar la piel suavemente después del baño son acciones recomendadas a realizar. Sin embargo, hay veces en las que nada de eso sirve. Y es entonces cuando los doctores establecen que la mejor alternativa es decantarse por la operación. Esta responde al nombre de circuncisión, consiste en cortar una parte de la piel y tiene que realizarse, a ser posible, con niños de 8 años en adelante.
Fontanelas
Quizás hayas oído hablar de las fontanelas, pero no sepas qué son. Pues bien. Tenemos que exponer que es el término que se utiliza para referirse a lo que, popular y coloquialmente, se conoce como molleras. Es decir, son los espacios blandos que tiene la cabeza del recién nacido y que son fruto de que los huesos del cráneo del pequeño aún no se han soldado como es debido. Su función principal es poder facilitar la salida del bebé al exterior.
Básicamente podemos decir que hay dos fundamentales: la posterior, situada entre la coronilla y la nuca, y la anterior, ubicada entre la coronilla y la frente.
Frenillo de la lengua
Un elevado porcentaje de niños tienen la particularidad de que cuentan con el frenillo de la lengua, el repliegue mucoso que hay debajo de esa y que la une a la base, demasiado corto. Una situación que también responde al nombre de anquiloglosia y que genera, por ejemplo, que el bebé no pueda succionar el pecho de forma adecuada. Eso sin olvidar que puede provocar que a la madre le surjan grietas en los senos e incluso que pueda sentir dolor al amamantar a su hijo.
Por regla general, conforme el pequeño va creciendo el frenillo va también ampliándose y solo en muy pocas ocasiones no sucede así. En estas el doctor determinará las medidas a tomar, entre las que puede encontrarse la cirugía.
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