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Cuándo hacer una ecografía del tercer trimestre y para qué sirve

Todo lo que debes saber sobre la ecografía del tercer trimestre y su función

Ecografías en el embarazo: Cuántas se hacen y qué detectan

¿Qué es una ecografía y para qué sirve?

La ecografía del tercer trimestre se puede realizar (después de las 28 semanas) por muchas razones, especialmente para evaluar la salud y el bienestar del feto. Esta ecografía a estas alturas del embarazo, puede mostrar muchas características de la salud del feto en la última etapa de la gestación. Conozcamos más sobre esta ecografía y en qué momento se debe realizar.

Cuándo hacer la ecografía del tercer trimestre

La ecografía del tercer trimestre, a realizarse entre la semana 30 y 32 del embarazo, sirve para verificar el desarrollo y crecimiento del feto, visualizar sus órganos y sistemas, comprobar el líquido amniótico y las características de la placenta. El estudio de ultrasonido del tercer trimestre también sirve para diagnosticar condiciones que pueden estar asociadas con un mayor riesgo de morbilidad perinatal (feto pequeño o feto grande para la edad gestacional).

Qué observa esta ecografía

Por otro lado, la ecografía del tercer trimestre puede medir el flujo de sangre a través del cordón umbilical. Esta es una evaluación muy útil del bienestar del feto, ya que proporciona información directa sobre el funcionamiento de la placenta.

Otra de las cosas que se relacionan con la ecografía del tercer trimestre, tiene que ver con el hecho de que sirve para medir el tamaño del feto para comprobar que no es demasiado grande (macrosomía) ni demasiado pequeño (retraso en la garganta).

A continuación, te enumeramos el resto de elementos que mide o evalúa este tipo de ultrasonido en la recta final del embarazo.

Ocasionalmente, se realiza una ecografía del tercer trimestre para controlar posibles anomalías fetales (aunque generalmente se evalúan mejor durante la ecografía del segundo trimestre).

¿Cuáles son los riesgos para el feto?

La ecografía obstétrica no presenta riesgos ni para la madre ni para el feto. De hecho, es una prueba repetible siempre que haya una indicación, a menudo también para condiciones maternas (obesidad, fibromas uterinos, cicatrices, cantidad de líquido amniótico) y/o condiciones fetales (posición fetal anormal, movimiento del feto), que pueden dificultar el estudio ecográfico en un momento determinado. En estos casos, es posible que sea necesario repetir la ecografía en un momento posterior.