Bebés
Alimentación infantil

Brócoli, propiedades e ideas para que los niños lo coman

Entre las verduras que no pueden faltar en nuestra mesa durante esta época está el brócoli, una verdura de invierno que podemos comprar entre septiembre y marzo. Una verdura que pertenece a la familia de las crucíferas, hortalizas con propiedades beneficiosas verdaderamente excepcionales que son más que recomendadas para los niños.

Brócoli: Propiedades

El brócoli es una verduras baja en calorías, que además puede acompañar a recetas deliciosas de modo que desde bien pequeños será buena idea que los niños lo coman.

Además, tienen propiedades muy importantes. En primer lugar, como decimos es perfecto en dietas y cuando se cuida el peso, ya que contiene tan solo 27 kilocalorías por cada 100 gramos de producto. Pero sobre todo es una auténtica panacea para el organismo, a partir de su riqueza en sales minerales (calcio, fósforo, hierro y potasio sobre todo) y vitaminas (contiene C, B1 y B2).

La acción antitumoral está absolutamente probada: gracias al sulforafano que contiene, el brócoli ayuda a contrarrestar la división celular y la muerte de las mismas, ayudando así en la prevención y lucha contra los tumores. Al mismo tiempo, sus isotiocianatos protegen las células, sobre todo previniendo el cáncer de intestino, pulmón y mama. Particularmente en lo que se refiere a los pulmones, el brócoli no solo ayuda a combatir los cánceres que los afectan, sino que un estudio reciente realizado en la Escuela de Medicina John Hopkins ha demostrado que estas verduras son excelentes contra todo tipo de problemas pulmonares, desde asma hasta problemas respiratorios en general.

También son antioxidantes (¡muy potentes!), antianémicos, emolientes, cicatrizantes, depurativos, desparasitantes y diuréticos, así como antiestreñimiento, anticatarata, antiictus y antibacteriano (son los número uno a la hora de combatir el Helicobacter responsable de gastritis).

El brócoli también es súper fácil de cocinar, ya que lo puedes elegir fresco o congelado. Los congelados tienen la ventaja de estar ya limpios y cortados y poder sumergirlos en agua para hervirlos, pero incluso los frescos son muy fáciles de usar. Se pueden conservar durante una semana en el frigorífico y basta con quitarles las hojas exteriores y cortarlas en trocitos pequeños, para luego hervirlas como de costumbre para que se ablanden.

Cómo dar brócoli a los niños

A pesar de todo lo dicho, el brócoli tiene la reputación de ser odiado por los niños. Sin embargo sabe muy bien, e incluso el color verde brillante puede ser explotado a su favor (siempre y cuando los niños siempre hayan estado acostumbrados a comer -y por lo tanto apreciar- diferentes texturas y colores, un buen hábito a tomar desde el destete natural). Bastará pues con trabajar un poco para encontrar recetas apreciadas por toda la familia, como las que os vamos a ofrecer.

La combinación salmón-queso es por ejemplo excelente: ¿has probado ya nuestras albóndigas ? Las albóndigas siempre son una buena idea, tanto a pequeños como a mayores les gustan y te permiten «esconder» las verduras cuando realmente no te gustan.

Pero no solo las albóndigas: hasta los sabrosos muffins son un truco muy chulo (¡y probado!) para integrar las verduras en la dieta de los niños. Los muffins de brócoli y queso, son por tanto, perfectos para que todos los miembros de la familia aprecien estas crucíferas. O podemos probar también esta otra receta: croquetas de bacón, jamón y brócoli a las que tus hijos seguro que no se van a poder resistir.

La pasta con brócoli puedes ser también una buena solución y además en el caso de que tus hijos se nieguen a comer esta verdura porque dicen que no les gusta el sabor, te garantizamos que si la cortas bien y la añades a cualquier plato de pasta con salsa de tomate, ni tan siquiera la notarán.