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Tres detenidos por explotación laboral de inmigrantes ilegales en un hotel de Mallorca

Jornadas laborales de 14 horas diarias sin contrato y la mayoría sin cobrar nada

Trabajaban de camareros, en labores de limpieza o dando masajes a los clientes

  • Indalecio Ribelles
  • Redactor de OKBaleares, información local de Palma, social y política. Antes, redactor en EL MUNDO/ Baleares durante 20 años.

La Policía Nacional ha detenido a tres personas, dos hombres y una mujer de entre 30 y 46 años, que se encargaban de controlar a los trabajadores de un hotel en el Llevant de Mallorca, como presuntos autores de un delito de trata de seres humanos para la explotación laboral, delito contra los derechos de los trabajadores y pertenencia a grupo criminal.

Según ha informado la Jefatura Superior en Baleares a través de un comunicado, agentes de la Brigada Provincial de Extranjería y Fronteras han dado por finalizada una operación policial procediendo a la detención de tres personas encargadas de controlar a los trabajadores de un hotel ubicado en la Part Forana, en la zona del Llevant de Mallorca.

Las indagaciones se iniciaron al recibir los agentes información de que en dicha empresa pudieran encontrarse trabajadores extranjeros trabajando en situación irregular.

Por este motivo, agentes de la UCRIF de la Policía Nacional se desplazaron al lugar y realizaron una inspección en dicho hotel, identificando a tres trabajadores de los cuales sólo uno figuraba dado de alta en la Seguridad Social, citando a los mismos para la toma de declaración.

Los policías pudieron llegar a la conclusión que la actividad presuntamente delictiva de estas personas afectaba al colectivo de trabajadores extranjeros únicamente, llegando a un régimen de cuasi esclavitud.

Entre las manifestaciones recibidas puede desprenderse que las víctimas eran obligadas a realizar jornadas laborales de 14 horas diarias, la mayoría no cobrando dinero por trabajar. Los trabajadores realizaban funciones en unos casos de camareros, en otros de limpieza o dando masajes, si bien la mayoría de ellos no tenían ningún tipo de contrato laboral, lo que significaba que al finalizar la temporada no percibirían ningún tipo de finiquito correspondiente al tiempo trabajado, ni vacaciones ni horas extras.

Las víctimas, atendiendo a sus diferentes situaciones económicas y personales con cargas familiares y al no tener medios de subsistencia, se veían obligados a aceptar las condiciones laborales impuestas por el encargado y captador.

Por tales motivos, los agentes procedieron a la detención de las tres personas encargadas de controlar a los trabajadores víctimas de los hechos, como presuntos autores de un delito de trata de seres humanos para la explotación laboral, delito contra los derechos de los trabajadores y pertenencia a grupo criminal.

También el pasado mes de marzo y en la misma zona de Llevant de Mallorca, la Policía Nacional de Manacor, en colaboración con la Inspección Provincial de Trabajo y Seguridad Social, inspeccionó las obras de un establecimiento de hostelería donde estaban trabajando 12 operarios en situación irregular, por lo que no disponían de permiso alguno para trabajar legalmente. Asimismo se detectó a varios trabajadores a los que no se les había dado de alta en la Seguridad Social y que trabajaban sin contrato o presentaban otras irregularidades laborales.

También en diciembre pasado, aunque en este caso en Palma, la Policía Nacional detuvo al propietario, al administrador y al controlador de una cadena de locales de frutas en un centro comercial que mantenían a nueve inmigrantes en situación irregular en condiciones de semiesclavitud.

Los trabajadores eran obligados a laborar sin contrato, devengando seis euros por hora y enfrentando jornadas laborales extenuantes de 13 horas al día. La explotación incluía descuentos salariales si no lograban vender 100 euros diarios, una cifra que se elevaba a 300 euros en jornadas prolongadas.

Además de la falta de contrato, los empleados eran penalizados por el uso del teléfono móvil y por no cumplir con las obligaciones de vestuario. Esta situación se prolongó hasta que la Unidad Central de Redes de Inmigración y Falsedades Documentales (UCRIF) realizó una inspección inicial el pasado 3 de noviembre, descubriendo a dos trabajadores en situación irregular.