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Primera entrevista tras el incidente en el Parlament

Le Senne: «Aurora Picornell fue una pobre chica de 23 años que fue ejecutada en una guerra tremenda»

El president del Parlament balear, Gabriel Le Senne, echa la vista atrás y lamenta haber arrancado la foto de Aurora Picornell, aunque aclara que fue un acto «inintencionado» y que su enfado no fue con la «pobre chica de 23 años ejecutada en esa guerra tan tremenda» sino con la socialista Mercedes Garrido por saltarse a la torera la neutralidad de la Mesa que exige el Reglamento de la Cámara.

Picornell, La Pasionaria mallorquina, fue pareja de Yefim Granowdiski, un espía de Stalin que ordenó matar a 70 personas. Granowdiski llegó a Mallorca en 1933 y allí conoció a una joven en el Molinar con quien de inmediato entabló una relación sentimental. Era Aurora Picornell. La pareja tuvo una hija a la que pusieron de nombre Octubrina Roja en homenaje a la revolución bolchevique.

P.- La izquierda ha hecho una caricatura de usted después del incidente que hubo en el Parlamento con esa foto de Aurora Picornell, una estalinista fusilada durante los años de la Guerra Civil o en el franquismo, ahí ya me falla la memoria.

R.- Guerra Civil, creo yo.

P.- Guerra Civil. Pues esa foto la expusieron las diputadas socialistas y miembros de la Mesa del Parlament Mercedes Garrido y Pilar Costa. Usted se las arranca y a partir de ahí la izquierda en bloque exige su destitución.

R.- Lo primero que querría decir es que no tengo nada en contra de la señora Aurora Picornell. Sólo faltaría. Digo esto porque es un tema muy sensible y lo que han manejado contra mí. Picornell fue una pobre chica de 23 años que fue ejecutada en esa guerra tan tremenda. Ellos [la izquierda] mutilan los hechos, cogen sólo los cinco segundos en los que yo me enfado y termino haciendo eso. Omiten los 45 minutos anteriores donde yo voy hablando con la señora Mercedes Garrido. Le expliqué que esa foto, que también exhiben los diputados de la izquierda, rompe la neutralidad de la Mesa del Parlament. Les intento convencer de que la retiren de manera voluntaria y me llegan a decir que lo harán después de la intervención de un diputado de Vox. Finalmente opto por decirles públicamente que la retiren, pero se niegan y les llamo al orden. El presidente tiene la obligación de mantener la neutralidad en una sala de plenos. Al final, la expulso por esa actitud rebelde. Le cierro el ordenador a Garrido, pero ella, en lugar de irse, lo vuelve a abrir. En ese momento decido tirar de la foto con la desgracia de que se rompe. Fue un acto inintencionado.

P.- La izquierda dice que «si hubiese sido una foto de Franco no la hubiera quitado».

R.- Es que en el improbable caso de que eso pasara y yo les ordenara que la retiraran, esos diputados la hubieran retirado. Yo es que creo que nunca se había dado el caso de que un diputado se negara a acatar una instrucción del presidente en el ejercicio de sus competencias.

P.- Echando la vista atrás, ¿qué es lo que no volvería a hacer en cualquier caso?

R.- No volvería a cerrar el ordenador ni a tirar de la foto. Lo que tendría que haber hecho es cerrarle el micrófono a Mercedes Garrido. Tendría que haber cortado el micro. Y si se negaba a retirar esa foto, haberle pedido a los servicios de la Cámara que la retiraran.