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Posado y visita de la Familia Real a los jardines de Alfàbia

Felipe VI ha comentado que los jardines y la finca son una oportunidad para promocionar el interior de la isla

Los jardines y la finca, declarada monumento artístico nacional en 1954, se ubica a los pies de la Serra de Tramuntana

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Los Reyes y sus hijas han visitado este lunes los jardines de Alfàbia, ubicados al pie de la Serra de Tramuntana y en el municipio de Bunyola. El Rey Felipe, la reina Letizia, la princesa Leonor y la infanta Sofía han realizado una visita privada a los jardines sobre las 20 horas y cuando ya estaban cerrados al público.

Los Reyes y sus hijas han posado ante la prensa y posteriormente han visitado los jardines acompañados por Cristina Zaforteza, miembro de la familia propietaria de los jardines, que ha ejercido de guía.

El Rey Felipe VI ha comentado que los jardines y la finca representan una oportunidad para promocionar el interior de la isla y que «deberían haber venido antes». También ha dicho que «le ha impresionado que las casas se hayan podido conservar tan bien siendo tan antiguas».

Los Jardines de Alfabia tienen la tipología de jardín específica de Mallorca, de herencia hispanoárabe. Se ubican en una antigua explotación agrícola que data de la época de ocupación musulmana de la isla. Era una explotación dispuesta en terrazas y dedicadas al cultivo de cítricos y frutales. Durante la época renacentista, al pasar a manos de familias nobles, la explotación sufrió numerosas transformaciones para otorgarle un mayor aire de riqueza y suntuosidad.

Tras la conquista de las islas Baleares por parte de Jaime I el Conquistador, el monarca entregó la finca de Alfàbia a su tío Nuño de Rosellón, quien a su vez se la vendió a la familia morisca Ben-Abet. Posteriormente pasó por varias manos, hasta llegar a pertenecer a la familia Zaforteza, sus actuales propietarios.1​

La casa familiar se construyó en el siglo XV, mientras que en el XVII se añadió un ala posterior. La fachada, de estilo barroco, es del siglo XVIII. En el patio de la casa destaca una fuente con una escultura de un niño y un pez. Los jardines se encuentran en la parte posterior del edificio, donde destaca un aljibe cubierto por una bóveda de medio cañón, así como una pérgola con 72 columnas y 24 hidras de piedra con surtidores intercalados, cuya agua cae por la pendiente del terreno hasta un huerto de naranjos. En el siglo XIX se añadió un nuevo jardín de tipo paisajista, donde destaca un lago poblado por nenúfares