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Avión Patera de Son Sant Joan

El marroquí que fingió el coma diabético amenazó en 2020 con violar a las hijas de unos policías

El inmigrante ilegal se llama Yassine y tenía una orden de búsqueda y captura de un juzgado de Marbella

El detenido se resistió a los agentes, agredió a uno de ellos y se calificó a sí mismo como asesino

La juez envía a prisión a los 12 marroquíes de la patera aérea acusados de sedición

Los marroquíes de la patera aérea amenazaron a la tripulación y huyeron a la fuerza

El marroquí que fingió un coma diabético para forzar el aterrizaje por emergencia sanitaria en Palma, estaba en búsqueda y captura desde 2020. Se le acusa de resistencia a la autoridad y por amenazar con matar a los agentes que lo detuvieron y violar a las hijas de estos. Según ha publicado La Voz de Galicia, sobre el inmigrante ilegal, llamado Yassine, pesa una requisitoria del Juzgado de Instrucción número 1 de Marbella.

En este momento, el marroquí se encuentra detenido en Mallorca y se le considera uno de los artífices del plan de fuga que tuvo lugar el pasado 4 de noviembre. Esta en prisión con once de sus compañeros y a todos se les imputan delitos de sedición, desorden público y favorecimiento a la inmigración irregular. Además, según el relato de la tripulación, los marroquíes les amenazaron y se amotinaron para lograr salir, después de la evacuación de Yassine por supuestamente coma diabético.

En cuanto a los hechos que se le imputan en Marbella, la narración empieza con un joven de 23 años y un aviso a la Policía Local de una pelea tumultuaria. Cuando la patrulla llegó al lugar de los hechos, se encontró con la supuesta víctima desnuda de cintura para arriba, golpes por todo el cuerpo y sangre en la boca y la nariz. Aseguraba que había sufrido una agresión y que le habían robado el móvil. A medida que los agentes le tomaban declaración empezó a cambiar su versión.

Mientras lo atendían, unos viandantes se acercaron a los policías. Les informaron de que el joven había estado implicado en una pelea, pero que la había estado buscando. Contaron que había llegado a interferir el tráfico, hasta que fue agredido por un grupo de 20 personas. La versión fue corroborada por un empleado de una pizzería cercana. Aseguró que Yassine había estado lanzando piedras contra su establecimiento y provocando a las personas que se encontraba.

En ese momento, el marroquí cargó contra los Policías Locales. «Tengo la vida para buscaros y mataros, voy a violar a vuestras hijas; soy un asesino, me da igual que me caigan 20 años», dijo, según La voz de Galicia, el detenido. Los agentes le pidieron que se identificara, pero se negó a hacerlo y dio varios nombres falsos. Entonces, se ató al cuello su cinturón y dijo que se iba a suicidar.

Una segunda patrulla llegó al lugar y entre los cuatro agentes trataron de reducir al inmigrante ilegal. Este reaccionó con violencia, le propinó una patada a uno de los policías y les escupió «sangre y saliva».  Manifestó que quería contagiarles el coronavirus, aunque no sucedió. Finalmente, lograron meterlo en el coche patrulla y empezó a golpear el cristal de la puerta derecha con la cabeza hasta que lo rompió.

La Fiscalía le acusó de atentado a la autoridad y dos delitos leves de lesiones y daños. Sin embargo, Yassine volvió a Marruecos antes de que pudiese ser juzgado, así que el juez lo puso en búsqueda y captura. El marroquí desapareció del radar de la justicia española, hasta que decidió volver para fingir un coma diabético, causar el caos en el aeropuerto y terminar acusado de sedición.