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Jaboga Arrasate y el puzzle que tiene que resolver

El entrenador tiene que acoplar a los nuevos fichajes

Chiquinho, Asano, Robert, Dani Rodríguez y Llabrés pelean por dos puestos

El portugués ha llegado a la isla en un estado físico envidiable

Jagoba Arrasate tiene por delante un complicado puzzle por resolver. Los tres fichajes efectuados por el Mallorca en los últimos días de mercado han creado una sensación de competencia muy positiva a la que el entrenador tiene que dar salida. Sin contar a Valery, Larin y Marc Doménech, que también pueden jugar ahí, la posición de extremo se ha puesto de repente carísima en el equipo, con cinco jugadores peleando por dos puestos.

Asano, Chiquinho, Dani Rodríguez, Robert Navarro y Llabrés, éste ya en la recta final de recuperación de su lesión, van a competir duramente por las dos posiciones de extremo del equipo, aunque ya se vio en el partido ante el Leganés que el gallego Dani Rodríguez, autor del gol de la victoria, puede jugar también en una demarcación más centrada.

El japonés Asano parece partir con cierta ventaja ya que esta aquí desde la pretemporada, pero Robert Navarro es un jugador al que Arrasate conoce perfectamente, hasta el punto de que ha sido uno de los grandes valedores de su fichaje, y el portugués Chiquinho ha llegado en un estado de forma física envidiable, como se ha podido ver en el primer entrenamiento en el que ha participado. El jugador nacido en Cabo Verde expresó ayer en los medios oficiales del club su «ilusión» por haber dado el salto a la Liga española, «que he seguido desde que era pequeñito».

Lógicamente semejante competencia irá en beneficio del equipo, ya que le permitirá disfrutar de un mayor crisol de jugadores y, además, podrá destinar a su verdadera demarcación a otros a los que tenía ubicados en otros puestos. Son los casos de Larin y Marc Doménech, que se sumarán ahora a la delantera, donde ya pelean por un puesto Abdón y Muriqi. Dando por hecho que el joven Marc seguirá en el primer equipo ahora mismo hay cuatro futbolistas para una sola posición, siempre por supuesto que el entrenador siga jugando con un solo efectivo arriba, porque igual ahora está obligado a cambiar para aprovechar tal cantidad de alternativas.