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Los hoteleros de Playa de Palma exigen la paralización de las obras públicas en la temporada turística

Reclaman detener los trabajos de renovación de la Iluminación en la primera línea y del nuevo colector de aguas pluviales

Proponen que del 1 de mayo al 31 de octubre, de 11.00 a 19.00 horas, se utilice maquinaria menos ruidosa

  • Indalecio Ribelles
  • Redactor de OKBaleares, información local de Palma, social y política. Antes, redactor en EL MUNDO/ Baleares durante 20 años.

La Asociación Hoteleros Playa de Palma (AHPP), que representa a 113 establecimientos asociados y un total de 33.951 plazas turísticas, ha solicitado formalmente al Ayuntamiento de Palma la paralización de las obras en la zona durante el periodo comprendido entre el 1 de mayo y el 31 de octubre de 2024.

La solicitud de paralización de obras se fundamenta en la Ordenanza Municipal Reguladora del Ruido y las Vibraciones, que establece un horario de obras dentro del periodo comprendido entre el 1 de mayo y el 31 de octubre (de 11.00 horas a 19.00), obligando el uso de maquinaria menos ruidosa para minimizar la contaminación acústica.

Es por ello que el presidente de la AHPP, Pedro Marín, ha expresado «la necesidad urgente de detener las obras de Iluminación en la primera línea y la reconstrucción del CAZ (colector de aguas pluviales), o realizarlas bajo superficie durante la temporada turística», con el objetivo «de minimizar la contaminación visual y acústica en la zona, así como para reducir las molestias generales que las obras de tal magnitud ocasionan a residentes, trabajadores y visitantes».

«Las obras de iluminación de la primera línea y las del CAZ podrían afectar gravemente la experiencia de nuestros visitantes y la imagen del destino», ha asegurado Pedro Marín, quien afirma que «es esencial que el Ayuntamiento de Palma comprenda la importancia de mantener un entorno tranquilo y agradable durante la temporada alta para preservar la reputación de Playa de Palma como un destino turístico de primer nivel».

Hay que recordar que en plena pandemia de la Covid, en el verano caótico de 2020, el anterior gobierno municipal presidido por el ex alcalde socialista, José Hila, aprobó que las empresas constructoras no tuvieran limitaciones entre marzo y octubre a la hora de realizar obras que excedieran el límite de ruido autorizado en la ordenanza municipal en las zonas declaradas de gran afluencia turística.

Incluía todo el centro histórico, Paseo Marítimo, Cala Major y Sant Agustí, el Molinar, Ciudad Jardín, Can Pastilla y S’Arenal de Palma en un verano especialmente nefasto por la crisis sanitaria y las restricciones a la movilidad.

Ahora la solicitud de los hoteleros va en dirección contraria y como ha manifestado en rueda de prensa Pedro Marín, el sector servicios «es fundamental» para la economía de Playa de Palma, «representando el 87% del peso económico en la zona». Es por ello que ha tildado de imprescindible «garantizar un entorno propicio para los turistas y empresarios locales».

«Proteger la economía local»

Marín ha manifestado que las obras durante la temporada turística tendrían un impacto negativo significativo en la zona, afectando tanto a los establecimientos hoteleros como a los comercios y restaurantes locales.

Entre los perjuicios que podría ocasionar mantener las obras públicas en marcha, ha citado desde la posibilidad de que los clientes abandonen sus alojamientos, que haya una reducción en las ventas de comercios y una disminución en la clientela de bares y restaurantes.

La Asociación Hoteleros Playa de Palma ha expresado su confianza en el buen criterio del Consistorio y espera que el Ayuntamiento de Palma «considere seriamente esta solicitud a fin de proteger la economía local y garantizar una experiencia turística positiva para todos los visitantes de Playa de Palma».

En el caso de las obras de modernización del alumbrado que arrancaron el pasado mes de noviembre, y que están eliminando los vetustos soportes de hormigón sustituyéndolos por unas luminarias modernas, está previsto que concluyan en marzo de 2025. Entre junio y septiembre de 2024, el Ayuntamiento se comprometió a evitar el uso de maquinaría pesada y únicamente acometer reparaciones interiores, recableado e instalaciones que no impliquen molestias a los transeúntes y vecinos de la zona.