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Los pasajeros del Britannia relatan su pesadilla: «La gente intentaba escapar del viento y la lluvia»

"Era una locura, los tumbonas se iban volando"

Pánico en un vuelo Alicante-Palma por turbulencias severas

«La gente intentaba escapar del viento y de la lluvia», «era una locura, las tumbonas se iban volando», «nunca habíamos visto así». Los pasajeros del crucero comercial «Britannia, que el domingo chocaron con el petrolero «Castillo de Artega» en el puerto de Palma tras romper el viento las amarras de la embarcación, han relatado su experiencia a la prensa británica y coinciden que en vivieron un episodio «que no esperábamos».

«Vimos gente herida, con contusiones o con golpes producto del impacto de otros objetos. Había mucha angustia en los rostros, no sabíamos qué hacer hasta que el capitán nos dijo por megafonía que nos fuéramos todos a nuestra habitación», relata en el periódico The Guardian uno de los pasajeros, Ricky Stubbs.

El incidente, que se produjo cerca del mediodía, dañó la estructura del petrolero, que empezó a verter crudo a la bahía, mientras que el crucero tuvo que desplazarse fuera del puerto para evitar mayores males. «Se dio la paradoja de que precisamente estábamos llevando a cabo un simulacro», relata otro de los pasajeros, que no dudó en destacar «el gran trabajo» que realizó en esos momentos la tripulación. «No permitieron que nadie se dejara llevar por el pánico y nos ayudaron mucho», aseguró.

El «Britannia», de 330 metros de eslora, llevaba a bordo a 3.500 pasajeros cuando se produjo el incidente, provocado por las inusuales rachas de viento, de hasta 180 kilómetros por hora, que azotaron la isla el pasado domingo, y que provocaron multitud de accidentes.

«Se escuchó un fuerte estrépito en el bar, la puerta se abrió de golpe y la gente entró corriendo», explica de nuevo el pasajero Ricky Stubbs, que admitió que «nunca habíamos visto nada igual. Todo el mundo estaba preocupado».

La naviera ha intentado indemnizar a los pasajeros del crucero ofreciéndoles un descuento del 20% en la próxima travesía que realizaran con la compañía, pero muchos lo habían rechazado «porque no compensa la angustia que hemos vivido»